Luz

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Los más comunes son climáticos (el sol, el frío, la humedad o los vientos fuertes), emocionales (stress, ansiedad), cambios de temperatura (saunas, baños de inmersión, ambientes calefaccionados), esfuerzo físico o ejercicios, bebidas calientes o con alcohol y comidas picantes.

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Piel sensible
 

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