Luz

RSS

G Plus

Facebook

Twitter

-Ufff, imaginate si sabré lo difícil que es la convivencia que me separé de Julián apenas nació mi hijo. Es decir, preferí criar sola a mis dos hijos antes que tener la ayuda cotidiana de uno de los padres. Viví un año entero así, y te aseguro que no fue fácil.
-Supongo que lo elegiste porque la relación no marchaba…
-Fue complejo. Julián no estaba viviendo un buen momento, yo estaba en otro plan, mucho más sano, y la verdad es que no lo podía cuidar a él. Primero estaban mis hijos. Lo mejor que podía hacer por él, y por todos, era encargarme de ellos.
-¿Y decidieron tomarse un tiempo?
-No, jamás pensamos que íbamos a volver. Fue una separación total, nos dijimos chau y prácticamente no nos vimos más. Cada uno hizo su vida, tuvimos otras historias… ¿Viste que hay pareja que estiran su historia indefinidamente o que tienen sexo cada vez que se ven? Bueno, yo nunca fui así, de hecho jamás tuve ni un mínimo revival sexual con algunas de mis ex parejas. No me va eso. Por más que suene contradictorio, fue el hecho de ver que podíamos armar nuestras vidas sin el otro lo que nos provocó el clic para volver.
-¿Y cómo están hoy?
-Muy bien. Creo que para los dos fue ideal ese tiempo solos, sobre todo para revalorizarnos. Y para tomarnos las cosas con calma. Esta vez, por ejemplo, la decisión de volver a convivir fue mucho más meditada que la primera, cuando nos dejamos llevar por esa cosa pasional y arrebatada de “tenemos que vivir juntos sí o sí”. Creo que ganamos en claridad. Hoy entendí que el amor no supera todo. No lo hace. >>

Imagen anterior
Imagen siguiente
“Todavía no sé cómo logré salir del pozo”
 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.