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10/06/2017

Peter Lanzani: «Las mujeres me hacen mejor persona»

Por Fernando Gómez Dossena | Lejos del galán teen que lo hizo famoso hoy es un intérprete que sorprende con cada proyecto que emprende. A los 26, está solo, pero no descarta en un futuro enamorarse y dedicarse a la dirección de actores.

S e animó a cambiar y sorprendió. Mucho. Supo elegir y seguir las ganas de aprender y crecer. Su papel en la obra Equus y en la película El clan puso a todos en alerta: claramente había que prestarle atención a este chico que de golpe se transformó en algo más que un galán teen salido de la factoría de Cris Morena. Siguiendo en esa línea, está terminando de grabar el unitario de Bruno Stagnaro, Un gallo para Esculapio (que se estrenará dentro de poco por Telefé), se sube todos los martes al escenario del Centro Cultural San Martín con la pieza El emperador Gynt y la próxima semana estrena el filme Sólo se vive una vez.
-¿Cómo fue la experiencia de filmar una película con un registro no explorado para vos, que mezcla la comedia y la acción?
-Fue increíble, muy divertido y encima con un elenco impresionante. Para las escenas de riesgo elegí no tener dobles: hice caída libre y grabé explosiones muy hollywoodenses, le puse el cuerpo a todo. Estoy súper agradecido porque jugué a ser una especie de héroe de acción.
-¿Cómo fue compartir la filmación con dos grandes como Gérard Depardieu y Santiago Segura?
-Fabuloso. Voy coleccionando grandes actores (N de la R: se refiere a anteriores trabajos con Miguel Ángel Solá y Guillermo Francella), yo los aprovecho al máximo y siento que estoy todo el tiempo en una universidad. Nos divertimos mucho también, ambos fueron súper buena onda y salimos a comer varias veces después del rodaje. ¡Tener a Gérard al lado hablando de cine es tremendo! Puedo decirle a mis hijos que laburé con Ásterix y uno de los tres mosqueteros (risas).
-¿Cómo elegís los proyectos que realizás?
-No lo sé. Leo un guión y me pasa o no, es como el amor (risas).
-¿A quiénes escuchás?
-Tengo amigos de la profesión que puedo llegar a consultar, pero esencialmente me fijo en lo que me interesa a mí y qué me pasa. ¿Mis críticos? Intento escuchar a todos los que me hagan una devolución constructiva.
-En teatro estás haciendo algo totalmente diferente, una obra de Henry Ibsen en la que interpretás a 14 personajes…
-Sí, lo más loco es que todo surgió en una fiesta de disfraces cuando terminó la grabación de Aliados (programa de Cris Morena). Yo estaba disfrazado de abuela y estuve como una viejita de 80 años desde las 11 de la noche hasta el amanecer, nunca salí del personaje. Julio Panno, el director actual de la obra que estaba en La Celebración, se acercó y me ofreció hacer El emperador Gynt.
-¿Cuánto trabajás en soledad para animarte a estos grandes desafíos?
-Todo el tiempo. En mi casa siempre, cuando voy en el auto también paso letra. No tengo vidrios polarizados y por momentos estoy como sacado al volante en la parte más fuerte de la obra. Ya perdí toda vergüenza.
-¿Imaginaste alguna vez todo lo que lograste en la profesión?
-(Silencio) No sé, no soy un pibe muy conciente. Me gusta laburar y prepararme, entiendo que hay un crecimiento pero más bien se dio por horas de vuelo. No tengo una meta, creo que el hacer es lo más importante.
-¿Cómo ocupás tu tiempo libre?
-Voy al cine, al teatro, a ver recitales de mis amigos músicos, sino me quedo en mi casa mirando series o películas y, cuando puedo, viajo.
-¿Cómo sos como viajero?
-Depende. Trato de irme un mes completo para poder desenchufarme. El último viaje que hice fue a Tailandia. Viajé solo y me fui con alpargatas, jogging y ojotas. ¡Y la barba súper larga! Necesito un tiempo para sumergirme el lugar que visito. Estoy viendo de organizar una travesía con uno de mis hermanos a Japón.
-¿Te gusta estar solo?
-Sí, pero a su vez soy muy amiguero y familiero. Una tarde solo en mi casa me da una felicidad enorme. Puedo estar 4 horas dibujando, por ejemplo; también me puedo sentar en un bar solo a tomar una cerveza y si tengo la mochila saco un cuaderno y escribo.
-¿Qué te pone de mal humor?
-El cansancio y el hambre me sacan de eje. Son dos cosas que me desbordan. En definitiva, soy bastante cabrón…
-¿Si?
-Muy visceral, me ofusco conmigo mismo y termino enojado porque estoy enojado. ¡Una ridiculez! Y el único camino para salir de eso es uno mismo. Es uno de los ejercicios más difíciles que conocí en mi vida.
-¿Extrañás estar enamorado?
-Sí, soy un tipo que le gusta el amor. Las mujeres me hacen una mejor persona. Son un sostén imprescindible en mi vida. Todavía no llegó, pero ya va a llegar. Siempre fui predispuesto para enamorarme, hoy estoy solo y tranquilo. De todas formas, con el ritmo de vida que estoy llevando últimamente juro que no podría ver a mi novia.
-¿Qué te gustaría hacer?
-Dirigir, estoy involucrado en el tema. Seguro se de en un futuro.
-¿Y en lo personal?
-Tener una familia, claro, soy un tipo re familiero.

 

 

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