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12/08/2017

Mike Amigorena: “Cuando menos lo pensaba, me enamoré“

Por Pablo Steinmann l A los 45, el actor vive un intrigante amor a la distancia ¡que empezó en Instagram! Sobre esa historia y sobre su vuelta al cine con Mario on Tour habla este gran seductor.

«No hay persona que no me haya dicho en estos días: ¡te queda mucho mejor el pelo así! Yo agradezco pero no dejo de pensar, ‘¿qué tenía antes en la cabeza?, ¿un quincho? ¿por qué no me avisaron?’», bromea Mike y completa: “Siento que el corte es parte de mi actual proceso de purga y limpieza, de mi necesidad de ir más liviano por la vida”, remata. Tras haber sacado su primer disco solista –Amántico– y haber vuelo a la televisión con la tira de Pol-ka Quiero vivir a tu lado, el mendocino estrenará el jueves 24 de agosto Mario On Tour, una suerte de road movie que lo mostrará como un cantante e imitador de Sandro que, en plena crisis existencial, afrontará su última gira junto a su hijo adolescente. La película, escrita y dirigida por Pablo Stigliani, le permite navegar entre sus dos principales pasiones: la música y la interpretación. “Alguna vez un maestro de actuación me dijo: ‘el papel busca al actor” y no al revés. Y tenía toda la razón del mundo. Todo lo que hago habla de mí. Todo. Por eso siempre me resulta muy claro qué tengo que hacer y qué no”, remata.
-Curiosamente, tus últimos proyectos hablan mucho del amor…
-Sí. Y hoy con una importante diferencia, después de mucho tiempo estoy nuevamente de novio. Si bien no está conmigo físicamente ya que vive en España, ella me despertó algo que tenía entumecido. Re loco fue. Cuando menos lo pensaba, me enamoré.

-¿Cómo se llama?
-No quiere que lo diga. Solo diré que es uruguaya y diseñadora de interiores, nada que ver con mi mundo. ¿Edad? 26 años. Es chica y grande a la vez.

-Por lo que trascendió, la conociste en San Sebastián. ¿Cómo fue?
-Gracias a Instagram. Venía subiendo varias Stories del viaje y en San Sebastián me apareció un mensaje de ella diciendo “qué bueno que estés por acá”. Acto seguido la empecé a “stalkear” y al toque la invité a salir.

“Es todo un tema la pareja para mí. Hay gente que se pone de novio y dura no sé, quince, veinte años. Yo no tengo ni idea de qué es eso. Pero hoy tengo 45, no 27 ni 31. Y siempre hay un roto para un descosido”.

-Casi una cita a ciegas…
-Sí, mal. Antes no quería saber nada con ese tipo de salidas. Pero con ella funcionó. Y por algo fue así. ¿Por qué no la conocí en Ámsterdam, en Cádiz, en Sevilla o en cualquier de las otras ciudades que visité? Tenía que ser ahí, en la tierra de mis antepasados, no tengo dudas de eso.

-¿No te cuesta el amor a distancia?
-Sí, pero quizá era eso lo que necesitaba, alguien que mantenga activo mi aparato esperanzador. Hubo un momento en que no quise saber nada del amor. Ni la pareja. Es todo un tema ese para mí. Hay gente que se pone de novio y durá no sé, quince, veinte años. Yo no tengo ni idea de qué es eso. Pero hoy tengo 45, no 27 ni 31. Y siempre hay un roto para un descosido. Hoy, además, estoy más permisivo, más comprensivo. Con ella no se hace todo lo que yo quiero. Y está bueno eso. Aprendí a ceder, a contemplar más. Supongo que tiene que ver con que ya estoy más consciente de quién soy, no me engaño. Estoy enamorado pero muy consciente de mi naturaleza inquieta.

-¿La comunicación es diaria con ella?
-Sí. Hacemos un videos divinos por Facetime. Y con eso nos basta. Por ahora. Obvio que me encantaría abrazarla. Pero hay algo que se sostiene de esta manera. Y creáse o no, yo la siento muy presente así. Además, ella es chica, tiene mucho por vivir y yo yo no puedo ponerme en el papel de “¿qué hiciste?” “¿con quién estás?”.

-¿Te dan ganas?
-Más o menos. Admito que soy muy celoso pero para los demás nunca lo parezco. Me modero. Por otro lado, sé que si yo soy la única persona en su vida en algún momento eso nos traerá problemas. Prefiero que me elija, no que se sienta atada a mí.

Mario On Tour se mete de lleno en la relación entre un padre y su hijo. ¿Cómo te pegó eso?
-Bien. La paternidad es un tema muy fuerte en mí. La tengo quieta, dormida, pero cada tanto se despierta y me viene como avalancha… Me encantaría tener un hijo. Pero de nuevo, soy consciente de que tiene que ser algo orgánico, no forzado. La comparación quizá es extraña pero yo muero por los animales y hasta que no tenga un lugar adecuado, no un paseador, no pienso tener ni una sola mascota. Hay que saber esperar.

«La paternidad es un tema muy fuerte en mí. La tengo quieta, dormida, pero cada tanto se despierta y me viene como avalancha…»

-El hecho de encarar una relación con alguien más joven supongo que pone el tema más en el tapete…
-No lo veo así. No puedo especular con este tema. Ni tampoco apurar a nadie. Ya tuve la experiencia hermosa de vivir con un niño, con mi ex pareja y fue alucinante.

-¿Lo seguís viendo a Camilo (N.de la R.: el hijo de Mónica Antonópulos)?
-No. Pero porque soy así, jamás volví a ver a mis ex parejas. Ni cuando vivía en Mendoza. Soy desapegado con los vínculos.

-¿Con la fama también? La película también habla de eso. “El público ya no grita por mí”, se lamenta en un momento tu personaje. ¿Sentiste eso alguna vez?
-Sí, aunque con una diferencia: siempre supe que los gritos no iban a durar para siempre. Cuando estaba en Los exitosos Pells y era una especie de Gary Cooper sabía que esa especie recompensa no iba a durar para siempre. Y todavía lo sé. Por más que trabaje con De Niro no va a ser lo mismo que eso. Y no me preocupa para nada. Es más, me río de las veces que no me reconocen en la calle. Si te fijás, ya casi no voy a eventos, doy muy pocas notas… No estoy con el narcisismo a flor de piel. Al contrario, estoy con ganas de esconderme cada vez más.

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