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25/04/2018

Chris Pratt, a solas con el superhéroe más «argentino»

Por Pablo Steinmann (desde San Pablo) | Alaba al mate, a Messi y al dulce de leche. Antes del estreno de Avengers: Infinity War hablamos en exclusiva con el actor que hizo del humor y la simpatía su más famoso superpoder.

Unos deliciosos camarones fritos, en uno de los restaurantes de la icónica cadena Bubba Gump Shrimp Company (sí, la misma que se creó para homenajear al personaje de Forrest Gump). Gracias a ese plato, el joven Chris Pratt conoció a sus 19 años a quien le cambiaría la vida para siempre. Por aquel entonces, él era un simple camarero más, que de día trabajaba en ese local de Maui, Hawái , y de noche se las arreglaba para dormir como sea en una van que había alquilado junto a varios amigos. Enfrente de él estaba Rae Dawn Chong, una actriz no demasiado conocida que había hecho varios personajes secundarios en películas como El color púrpura y Comando y que estaba en plena búsqueda de actores para su debut como directora. Y el destino quiso que sus ojos se posaran en Chris, el camarero. Que aceptó la propuesta y apenas pudo voló a Los Ángeles para comenzar una silenciosa pero muy sorpresiva carrera al estrellato. Trabajó en series como Everwood, The OC y, principalmente, en Parks and Recreation, sitcom que acá no tuvo tanto éxito pero que en Estados Unidos catapultó a la fama a varios comediantes (Amy Pohler, Rashida Jones y él mismo, entre otros).

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Tras varios papeles en cine, llegó finalmente la propuesta de Marvel de convertirse en Peter Quill. O Star-Lord, para los que conocen bien de cerca Guardianes de la Galaxia. La película, estrenada con ciertas reservas de parte del estudio, se transformó en un suceso global, se convirtió en saga y el próximo jueves se meterá de lleno en el esperado crossover de Marvel (“el más ambicioso de la historia”, según sus creadores), Avengers: Infinity war. Carismático, recientemente separado de la actriz Anna Faris, con quien tiene a su hijo Jack (5) y muy pero muy seductor, el muchacho nos recibió en una suite del Hotel Fasano, en San Pablo, para hablar de todo. Mate en mano y con la camiseta de Messi al hombro.

-¿Creés que te hubieses convertido alguna vez en un superhéroe si no fuese por este personaje?
-Confieso que audicioné para algunos personajes “heroicos” antes que él y es cierto, no los obtuve… Apenas llegó la posibilidad de hacer Guardianes de la galaxia sentí que había muchísimo que podía ofrecerle a este rol, mis emociones y sentido de la comedia, pero sobre todo esas múltiples referencias a la cultura pop en las que él vive inmerso. Y yo también. El director James Gunn en ese momento me dijo: “necesitamos un actor que se apropie de este papel”. Perfecto, es justamente lo que yo quiero, pensé. Si bien siempre le contagio algo de mi espíritu a los personajes, con él la simbiosis es muchísimo más notable.

-Ahora que sos una gran estrella, ¿sos de mirar hacia atrás, hacia aquel chico que dormía en una van en la isla de Maui, en Hawái?
-Sí, claro. Creo que es muy importante nunca olvidarte de donde venís. Hay cosas ahí que representan quién realmente sos y qué es lo que querías para tu vida, adonde buscabas ir… Es difícil de explicar, pero mirando atrás, podés reencontrarte con tu esencia, más allá de cualquier idea de éxito o de consagración, nociones que además siempre son ajenas.

-¿Y adónde querías ir?
-De chico siempre soñé con trascender las fronteras de mi pequeño pueblo. Siempre fui eso, un soñador. No quería quedarme bajo la tutela de mis padres, de la gente que conocía, quería viajar y conocer otra gente, otras maneras de vivir. Por suerte, lo estoy logrando. En mi lista de países pendientes a conocer está Argentina, bien arriba de todo.

-Por lo que vimos, en la nueva Avengers pareciera que muchos de los superhéroes se contagiaron de tu espíritu bromista. ¿Te sentís responsable de ello?
-Me parece que la entera aparición de Guardianes de la galaxia corrió un poco la vara de lo que se permite en este tipo de películas. Trajo una suerte de irreverencia cósmica que hoy es muy común ver en otros personajes de Marvel. Lo bueno es que es una vara que está en constante movimiento. Dr. Strange la movió un poco más, Pantera Negra ni que hablar… Cada una de esta películas se construye un poco sobre la anterior. Por eso mismo creo que esta Avengers puede funcionar tan bien, es como una selección de tonos diferentes que forman una sola y muy interesante orquesta.

«Es muy importante nunca olvidarte de donde venís. Hay cosas ahí que representan quién realmente sos y qué es lo que querías para tu vida, más allá de cualquier idea de éxito o de consagración».

-¿Cómo es ver todas estas películas con tu hijo? ¿No es extraño que te vea como un héroe en pantalla?
-No es tan extraño como suena, realmente. Es parte de su vida, ya sabe perfectamente que su padre y su madre son actores y de hecho muchas veces nos acompañó a los sets. Hace tiempo que logró distinguir los personajes de las personas. No sólo con nosotros, cuando conoció a Tom Holland, enseguida supo que era el actor detrás de Spiderman, no el superhéroe mismo, que, dicho sea de paso, es uno de sus favoritos por lejos.

-¿Cómo balanceás con él la tecnología y la vida al aire libre?
-Es un tema muy importante para mí. Me interesa que en ese balance la cuenta siempre esté a favor de la naturaleza. Siempre. Por eso intento llevarlo lo más seguido posible a mi granja de San Juan (Islands, en el estado de Washington), donde muchas veces ni siquiera tiene acceso a Internet. Quiero que conecte con la vida de granja, con la idea de aburrirse, con los árboles y los animales, con lo más simple de la vida. Que además suele ser una fuente de creatividad importante. Y una cosa más: me interesa ser muy cuidadoso con lo que ve. Hoy en día, cualquier cosa puede estar al alcance de los chicos, sexo, violencia e incluso contenidos que pueden ocasionarle un serio daño a futuro. Eso no sucedía en mi tiempo.

-¿La música es algo que comparten?
-Totalmente. Uno de mis más recientes momentos de orgullo ocurrió cuando estábamos mirando Thor: Ragnarok y al escuchar los primeros riffs de una canción, me miró y me dijo: ¡Papá, es Led Zeppelin!

-Hace poco te escuché hablar sobre el movimiento feminista en Hollywood y me llamó la atención una de tus frases: “hace un año que estoy escuchando y leyendo todo respecto a este tema. Estoy aprendiendo mucho”…
-Así es. Nuestra generación no fue criada con muchos de estos temas en la cabeza y es por eso que busco estar siempre atento a los cambios y evoluciones en torno a las relaciones de género en nuestra sociedad. Un ejemplo concreto: yo antes estaba convencido de que si uno se esforzaba en esta industria, se sentaba a negociar como corresponde y demás, podía obtener más o menos lo que quería. En términos de roles y también en términos de paga. Pero lo cierto es que no es así. En especial no es así para las mujeres, ya que tienen muchísimos menos papeles a su disposición y una capacidad de negociación ínfima. Nunca había reparado en ello hasta que lo hablé en profundidad con Bryce (Dallas Howard, su partenaire en Jurassic World). Creo que llegó el momento de incorporar para siempre la noción de igualdad.-

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