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16/04/2018

Natalia Lafourcade: “Soy soltera e independiente. Y a muchos le cuesta sobrellevarlo”

Por Pablo Steinmann | Tras actuar en la ceremonia de los Oscar, vuelve a nuestro país. Habla de sus raíces, sus musas y de lo afortunada que se siente por vivir un momento de tanta reivindicación latina y femenina.

Nació en Ciudad de México pero se crió en Veracruz, rodeada de campos, animales…y música. Mamá pianista, papá clavicordista. Y ella, tan curiosa como hiperactiva. Al igual que Frida Kahlo sufrió un tremendo accidente de niña: se cayó de un caballo y los médicos le pronosticaron un destino muy difícil: parálisis casi completa a causa del severo traumatismo de cráneo. La rehabilitación fue muy larga y traumática y sólo tuvo una bisagra cuando su madre decidió utilizar su propia vocación como terapia. Sesiones de guitarra, piano y flauta se repitieron sin cesar hasta que la pequeña, por entonces de seis años, logró reponerse del todo. “Por supuesto que creó en el poder sanador de la música”, sigue repitiendo hasta hoy. Su carrera comenzó, como la de muchos, de la mano de una banda pop infantil. Se llamaba Twist y no tuvo el éxito esperado, y al poco tiempo, con apenas 18 años lanzó su álbum debut, titulado Natalia Lafourcade, con temas como Busca un problema, Elefantes y En el 2000. Pasarían varios años más hasta su gran salto continental, a partir de trabajos como Hasta la raíz y, sobre todo Musas, su particular homenaje, en dos volúmenes, al folclore latinoamericano, con temas suyos y de glorias como Agustín Lara, Violeta Parra y Frank Domínguez. Ese álbum la traerá nuevamente a nuestro país, esta vez para brindar nada menos que dos recitales en el Teatro Gran Rex (26 y 27 de abril). “Llevo muchos años yendo a la Argentina”, comenta por teléfono Natalia y completa: “Aun así, me sorprende muchísimo el nivel de complicidad y cariño que se ha generado en este tiempo. Casi como el que tengo en México, donde me conocen desde hace 15 años”, comenta.

¿Creés que has cambiado mucho en todo ese tiempo?

-Sí, y todavía me siento una artista joven, con mucho por recorrer y aprender por delante. Sí es evidente que en los últimos años mi carrera empezó a fortalecer su dirección. El hecho de haber cambiado mis influencias musicales fue una parte esencial de ese proceso. De todas maneras, supongo que en esencia soy la misma. Con más trabajo y responsabilidad que antes, pero con la misma curiosidad de siempre. Soy inquieta por naturaleza, siempre lo fui.

-Tus reivindicaciones , a la mujer y en particular a la mujer latina, coincide en gran parte con el clima de época…

-Así es. Y no puedo más que sentirme una privilegiada de estar viviendo algo así. Los artistas queremos inspirar, queremos sanarnos y ayudar a otros a sanar. La música logra eso, no tengo dudas de eso. Jamás me hubiese imaginado los avances que se están dando en torno al rol de la mujer en nuestra región y en todo el mundo. Y tampoco me hubiese imaginado formar parte de una película como Coco, que refleja de gran manera el culto a nuestros ancestros, nuestras raíces y cultura. Es cierto, es un gran momento.

-¿Vos sufriste el machismo en carne propia?

-(Piensa) Creo que todas lo hemos padecido de una u otra manera. Te diría que en general en mi trabajo no lo he vivido tanto pero sí quizá más en mi vida personal. Lo veo ahora, que soy una mujer soltera y me encuentro con muchos hombres a los que les cuesta trabajo sobrellevar lo que soy, lo que hago. En general, a la mujer trabajadora, apasionada por su vocación e independencia, le cuesta el doble lograr un cierto equilibrio entre lo personal y lo profesional. Recién ahora estoy pensando en estos temas. Pero es lo que siento.

-¿A los hombres les cuesta encontrarse con una mujer empoderada?

-Sí, aunque es cierto que también he conocido a hombres maravillosos. Creo muchísimo en la energía masculina. Y en la femenina. En la humanidad, en definitiva. Cuando ambas energías confluyen, pasan cosas maravillosas. Necesitamos más de eso, más armonía e igualdad.

-¿Es cierto que están pensando en instalarte un tiempo en nuestro país como ya lo hizo tu amiga Julieta Venegas?

-Sí, en algún momento lo haré. No sé cuándo aún. Por ahora, lo que se viene después de esta gira es un tiempo sabático. Hace mucho que no estoy en mi casa de Veracruz. Me urge.

«Sé que debería encontrar un mayor equilibrio entre mi vida profesional y mi vida personal. En eso estoy».

-¿Qué pensás hacer en ese tiempo?

-Es lo que me preguntan todos mis amigos: “¿Vas a poder estar sin hacer nada?”. Es que saben que soy hiperactiva. Pero sí, voy a descansar. Aunque también quiero hacer muchas cosas… (ríe). Quiero tomar clases de baile contemporáneo, por ejemplo. Y después nutrir el alma: leer en una hamaca, ver a mi mamá, a mi papá, ¡ir al cine! Hace años que no voy con regularidad. También quiero pasear por el campo, atender la huerta, ir al mercado. ¡Hay mucho para hacer!

-¿Nunca volviste a montar un caballo?

-No, fijate que nunca. Está en mi lista de pendientes. Por donde vivo hay muchos ranchos con caballos y espero poder animarme algún día. Todavía me dan pánico.

-Siempre hablás muy lindo de tus padres, ¿soñás con formar tu propia familia?

-Sí, me encantaría ser mamá algún día. Y no descarto la idea de adoptar. Me parece algo muy lindo. Pero no es este el momento. Como te decía, estoy soltera. Y felizmente soltera por ahora. Sé que debería encontrar un mayor equilibrio entre mi vida profesional y mi vida personal. En eso estoy.

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