Cuando cae el sol, la playa deja de ser el escenario y el protagonismo lo adquiere su pequeño centro atravesado por la famosa callecita Rua das Pedras. Con apenas 400 metros de extensión, luce las tiendas, barcitos y galerías.
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Cuando cae el sol, la playa deja de ser el escenario y el protagonismo lo adquiere su pequeño centro atravesado por la famosa callecita Rua das Pedras. Con apenas 400 metros de extensión, luce las tiendas, barcitos y galerías.
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