«La belleza no es una ciencia exacta. En mi pueblo, Villa Dolores, me decían jirafa. Mi boca era muy finita, la nariz curva en forma de gancho y encima ¡no tenía lolas! No tenía ni la seguridad que manejo ahora. Pero empecé a ganar algunos concursos y eso me llevó a pensar que estaba bueno ser así».
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