Luz

RSS

G Plus

Facebook

Twitter

«La cordialidad de los malgaches me sorprendió. Aunque no hablaba su idioma, nos entendíamos y me trataron bárbaro”, explica la modelo que en una de las travesías se esguinzó el tobillo y recibió la asistencia de los pobladores que sanaron su pie con una planta autóctona curativa.

Imagen anterior
Imagen siguiente
Isla de fantasía
 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.