Salvador Dalí y Gala Diakonova
“Cuando tenía seis años deseaba ser cocinero”, escribió el genial Salvador Dalí. Si bien no concretó su afán culinario, a los 68 años, el pintor catalán dio forma a un libro dedicado al amor de su vida, que tituló Las cenas de Gala (la vida del artista fue otra luego de su encuentro con la inmigrante rusa diez años mayor, quien dejó a su marido Paul Éluard para unirse a Dalí).
La obra, ilustrada por el propio Dalí, se divide en doce capítulos que comprenden comidas exóticas (Les caprices pincés princiers), primeros platos (Les suprêmes de malaisies lilliputiens), caracoles y ranas (Les sputniks astiqués d’asticots statistiques), postres (Les pios ponoches) y otras preparaciones según recetas aportadas por grandes chefs de restaurantes que tuvieron como habitué a la pareja, como el célebre Maxim’s de París, donde se entregaron al postre Pechos de Venus (ver receta).
El recetario también incluye otros platos que preparaba Gala, su modelo, su manager, su musa, su amante, su compañera, su todo.
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