Luz

Pablo Neruda y Matilde Urrutia

La mesa exultante fue un tema presente en la obra y en la vida de Pablo Neruda. El poeta chileno, Premio Nobel de Literatura en 1971, era un sibarita y disfrutaba tanto del placer de comer como de agasajar a sus amigos y su amor con platos como este ceviche que ideó en honor a su amada tierra natal, acompañado de la ensalada de berros, su favorita.
Él mismo supo bromear sobre su fama de gourmand: “Por mi parte, soy o creo ser… creciente de abdomen… amigo de mis amigos… investigador de mercados… monumental de apetito”, cita su amiga Aída Figueroa de Insunza, en el libro A la mesa con Neruda.
Pero fue Matilde Urrutia, su tercera esposa, una gran cocinera, quien refinó sus gustos gastronómicos. Juntos compartieron deliciosas comidas en Isla Negra y en La Chascona, sus dos residencias en Chile, y vivieron un encendido amor que nació clandestino y finalmente se legalizó en matrimonio, a lo largo de un periplo por Europa, Oriente y Chile que Matilde plasmó en palabras en su obra Mi vida junto a Pablo Neruda.