Tiene 25 años, pero el pelo tipo melenita, las sutiles pecas de la nariz y los ojos pequeños de un celeste muy claro casi transparente lo hacen parecer todavía un niño.
“En el colegio siempre estaba metido en algún lío, pero por suerte o por tener cara de bueno, zafaba”, cuenta riendo.
RSS
G Plus
Facebook
Twitter