Karina fue a mediados de año en lo que ellos llaman temporada baja porque al ser verano las temperaturas son bastante elevadas. «El sol era muy fuerte pero se soportaba bien. Lo único que lamenté de haber viajado en esa época fue que me perdí el espectáculo natural de las ballenas», se reprocha. Es que ahí, durante el invierno, se puede apreciar el cortejo, procreación y alumbramiento de la ballena gris, en Bahía Magdalena.
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