«Daniel y Stephanie están enamorados profundamente. Es un padre increíble, la baña todos los días, se ocupa muchísimo, le cuesta salir, querría no ir más a trabajar y estar con ella todo el tiempo. Tiene una gran sensibilidad para con los niños, se lleva mejor con ellos que con los adultos, y esa fue una de las cosas que me enamoró de él».
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