“Ya no dependo del reloj”. La frase resume de manera precisa la nueva vida de uno de los mejores nadadores de nuestra historia que hoy. Y aunque la rapidez ya no lo tiene de aliado en el agua, sí lo sigue haciendo fuera de ella: en el lapso de apenas 3 años, Pepe encontró a su compañera -Valeria Lebeu-, la enamoró y la convirtió en la feliz mamá de Martina, su hija de 1 año y medio.
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