Luz

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“A los quince años soñaba con casarme de blanco, pero a medida que fui teniendo experiencias amorosas me di cuenta que no lo necesito. No me hace falta el papel, es más, a Gonzalo le digo ‘marido’ y no estoy casada, pero cumple la función. Es algo formal y social y yo no acato mucho esas reglas”.

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«Amo a mis dos hombres»
 

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