«El Waka-Waka no me quita fuerza. Al contrario, me siento muy cómodo en mi situación personal y también en la profesional. Hay mucha gente que opina sobre mi persona y a veces esto me hace enojar, pero de todas formas lo vivo cada vez con mayor naturalidad. Pero estoy seguro es que la fama es mucho más difícil de manejar que una pelota”.
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