“Pasé hambre por orgullo, iba los domingos a lo
de mi vieja y me comía ocho platos de comida.
Con el tiempo el panorama laboral se despejó y comenzó la continuidad de trabajo”.
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“Pasé hambre por orgullo, iba los domingos a lo
de mi vieja y me comía ocho platos de comida.
Con el tiempo el panorama laboral se despejó y comenzó la continuidad de trabajo”.
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