Tiene una belleza clásica, como de camafeo, pero la combina con calzas y botas de plataforma y tachas. Y es precisamente este blend el que mejor define a Sabrina Garciarena: partes iguales de serenidad e ímpetu para romper moldes. Cuando tuvo la oportunidad de trabajar afuera, no lo dudó: se fue solita a filmar series y películas a Europa. Ahora está de vuelta, no sólo por razones profesionales sino también, y principalmente, por motivos personales.
RSS
G Plus
Facebook
Twitter