Pura plata. Generando un interesante contraste de texturas y color, la pared grafito del cuarto da calidez y sensación de cobijo. Sobre la misma se colgó un gran espejo con marco calado. Aunándose en la misma paleta están las mesas de luz y sobre ellas penden dos lámparas cromadas. La terraza privada invita con un cómodo espacio exterior y visuales del bosque y del océano.
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