Ser o no ser, esa es la cuestión
Muchos actores se desviven por ponerse en la piel de algunos de los personajes clásicos del teatro. Sin embargo, en este punto, Di Santo es muy sincero: “No me muero por hacer Hamlet o cualquier otra obra de Shakespeare. Por ahí me traés un texto de Tennessee Williams, como El zoo de cristal o Un tranvía llamado deseo, y firmo como sea, pero lo cierto es que no tengo el fetiche de los clásicos. Me enamoro más de los personajes mundanos que de los grandes nombres”.
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