Luz

La tradición

Como todas las costumbres que se remontan a miles de años atrás, regalar los clásicos huevos de chocolate tiene un por qué. En la antigüedad, estaba prohibido comer durante la Cuaresma no solo carne, sino también huevos. Por eso, el día de Pascua, la gente corría a bendecir grandes cantidades de ellos para regalarlos y compartirlos en familia, con vecinos y amigos. En Francia, en tanto, los estudiantes se reunían en parques y plazas y organizaban una procesión a lo largo de la cual golpeaban las puertas de las casas para que cada familia les obsequiara huevos, que luego serían también bendecidos en la iglesia. Recién en la época del rey Luis XIV, se introdujo la idea de pintarlos y decorarlos. Muchas familias conservan aún hoy, la tradición de esconder huevos de chocolate en el jardín de sus casas para que los más chicos organicen la gran búsqueda y puedan disfrutar, al final, la recompensa. -CARINA ETCHEGARAY