-¿Te animarías a probar otros modelos de pareja?
-No me parece mal, en absoluto, los que eligen vivir en camas o incluso en casas separadas pero sé que no es para mí. No me nace. Llega un momento en que quiero convivir con el otro. A pesar de todo. Es como que no pierdo el idealismo del amor. Ojo, ya crecí y entendí que una convivencia no significa vivir a lo “John y Yoko”, mejor dicho a la imagen idealizada que tenía de ellos dos. No existe eso de estar todo el día en la cama besándose y amándose. Mejor que no sea así, ¡sería aburridísimo sino!
-¿La pasión también merma con el tiempo?
-Supongo que sí, pero la verdad es que con Juli no me pasó. Tenemos una relación muy pasional, muy plena en ese sentido. Como dice Alessandra Rampolla, hay que hacer salidas de novios. Hace tiempo que, por ejemplo, los sábados a la noche los tenemos para nosotros. Los chicos se quedan con una niñera y nosotros salimos o incluso nos quedamos en casa pero con gente, haciendo nuestra vida. Podemos ir al cine, al teatro, tomar alcohol, charlar… ¡Nos acostamos tarde! Es clave eso.
-¿Tu mamá se queda con los chicos también?
-Sí, a full. Para los sábados tenemos esa niñera que es una genia pero sino siempre está ella. El año pasado que estuve sola me re ayudó, sobre todo durante los días de semana.
-¿Cómo esta tu relación con ella? Vienen de vivir hechos muy fuertes, una pelea mediática, el debate por las drogas, su encarcelamiento en Paraguay (a raíz de que le encontraron cocaína en su cartera)… >>
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