Sus arrebatos emocionales no abundan. A tono quizá con su physique du rol, esta blonda debilidad de Hollywood suele elegir un tono cáustico para hablar de su vida privada. Y hasta se da el gusto de reírse de ello: “No pienso transformarme en una de esas actrices que apenas son madres publican un libro repleto de consejos”, declaró apenas la prensa comenzó a preguntarle por la pequeña que tuvo junto a su marido, el publicista francés (y también curador de arte), Romain Dauriac.
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