Para los expertos, la otra gran ventaja de este tratamiento es su precio. “Estimo que la reducción de costos de un tratamiento así frente a una fecundación in vitro tradicional, que necesita de un laboratorio y un acondicionamiento especial, puede rondar el 30 por ciento. Para un país en desarrollo como el nuestro es un número muy importante, sobre todo si pensamos en el sistema de salud pública”, señala Neuspiller.
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