“Viví sola un mes. Una vergüenza”, dice entre risas Eva de Dominici que intentó irse de su casa -a donde vive con su hermana Candelaria y sus padres (“están separados pero vivimos los cuatro juntos”, aclara)-. Es que si bien se llena el día con actividades, confiesa que no nació para estar sola. “No me gusta. Necesito el ruido. Saber que hay alguien ahí. Tengo seis perros, todo el tiempo los escucho y eso me da calidez”, explica.
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