Aunque cambia por temporadas hay clásicos inamovibles como el chivito uruguayo, los platos con salmón y otros con langostinos, así como los ravioles de cordero. Funciona con aproximadamente 40 cubiertos y desde la cocina y la atención se intenta que el huésped sienta como que está en una casa y no en un hotel. El servicio se complementa con los productos gourmet de otro emprendimiento del grupo que es la bodega Buena Vista (a 6 km de Carmelo y en departamento de Colonia) que además de elaborar Tannat y Syrah de la mano de la enóloga Caterina Viña, tiene plantadas también variedades como Pinot Noir, Cabernet Franc, Sauvignon Blanc y Viognier. Producen también dulce de leche y aceite de oliva con fabrica propia donde se realiza un interesante blend extra virgen de primera prensada de variedades de olivo como Manzanilla, Arbequina, Barnea, Coratina y Charlote. La bodega, muy pintoresca por cierto, tiene 3 habitaciones para quienes busquen silencio y descanso entre viñas y un restaurante bien campestre que funciona con reservas.
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