“Las brochas y los pinceles deben lavarse al menos una vez por mes. Existen productos especiales, pero puede hacerse con shampoo y una gota de crema de enjuague. Hay que dejarlos secar al aire libre, con el pelo hacia arriba. Las esponjas para colocar la base pueden enjuagarse con detergente o jabón neutro y agua caliente. Y se las debe secar al sol”, recomienda la maquilladora
Bettina Frúmboli, directora de la escuela que lleva su nombre
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