Aceite de Semillas de Uva
Procedente de las pepitas (semillas) del fruto de la vid, este aceite contiene una importante cantidad de taninos, vitaminas y ácidos de las frutas, que le otorgan una acción exfoliante, iluminadora y protectora de la piel. Gracias a su alto contenido de vitamina C, colágeno y resveratrol, suaviza líneas de expresión, mejora la elasticidad y permite devolverle a la piel el brillo perdido por el paso del tiempo. Es ideal para cutis grasos porque regula la producción de sebo.
Aceite de Marula
Se fabrica con este fruto del centro y sur de África. Pero, este árbol posee, además, muchísimas propiedades beneficiosas para la dermis. Tiene ocho veces más vitamina C que una naranja, lo que lo convierte en un potente antioxidante que previene la formación de radicales libres, nutre las células y evita el envejecimiento prematuro de la piel. Al ser un aceite muy hidratante y nutritivo, está recomendado para personas de piel seca y opaca.
Joya del desierto
En Marruecos crece un árbol llamado Argenie, de su fruto se extrae el aceite de Argán. Tanto la extracción de la pulpa de este fruto como la purificación del producto se realizan a mano, por lo que cada gota de este aceite es de un valor altísimo. Si bien su uso para la cocina sería muy costoso, este elixir repleto de vitaminas E y F, caroteno y fitoesteroles es excelente para proteger y rejuvenecer la piel y para fortalecer el pelo y las uñas.
Imagen anterior
RSS
G Plus
Facebook
Twitter