Hace muy pocas semanas realizó en Suiza el evento culinario Gusto festival que tiende a dar a conocer los sabores argentinos en Europa. “No me considero representante de la cocina argentina sino más bien de la porteña, aunque ya hace 20 años usaba el amaranto y la quinoa. Pero por sobre todo defiendo el valor del buen producto”, aclara Diego.
Hace años conoció el programa Mediterraneamos (España) que propicia el consumo de productos originarios y también uno semejante en La Toscana (Italia). “Creo que esto es una corriente mundial que está llegando a Argentina. Hoy comprás tomates y sólo tienen color rojo. Se perdió el sabor y el aroma, aspectos que debemos recuperar. Salvando las distancias, Perú hizo algo muy bueno al resguardar producciones y platos que practicamente habían desaparecido. Aunque aún no hay políticas de Estado, espero que nuestro país no tarde en adoptar medidas semejantes”, sintetiza este docente de alma que espera que el nuevo año le traiga satisfacciones como que priorizar la calidad en los restós sea un hecho y no solo una tendencia. -Andrea Arbelaiz
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