Además de sumar contemporaneidad al recorrido, piezas como la tapa de la versión americana de Vogue con Kim Kardashian, una nota editorial que Tom Ford publicó en la Vogue Francia con un modelo infantil, dan cuenta de cómo los diseñadores abrazan el concepto de “feo” como opción estética, alejándose conscientemente de nociones de belleza clásica. Es que el fin último de los curadores es provocar al público para que pueda pensar en torno a los límites del gusto.
Imagen anterior
RSS
G Plus
Facebook
Twitter