Hace algo más de 10 años, Virginia Sar tocaba el saxo y su vida parecía ser la música. Sin embargo, como una auténtica visionaria de lo que vendría, comenzó a postear cuentos y dibujos en su blog. Hasta que un día, sin saber por qué, decidió compartir una receta y una foto hecha por ella misma. La iniciativa fue un éxito que disparó una carrera meteórica en el mundo de la pastelería y también en el de la fotografia. Hoy, su universo de dulzuras lo comparte desde su blog Divino Macaron, su página web, sus libros y a través de su programa de El Gourmet. “Muchos me definen como una autodidacta, porque soy una nerd de los libros y aprendo con mucho laboratorio, prueba y error, pero yo prefiero decir que soy una estudiosa, porque es precisamente lo que hago: estudiar y aprender”, resume Virginia desde su estudio de grabación ubicado en el barrio de Devoto. El éxito de sus recetas puede explicarse por muchas razones, pero sin dudarlo, el público supo capturar la emoción detrás de cada plato. “Para mí cocinar es una forma de dar amor”, asegura convencida esta pastelera que además es amante de la naturaleza y no teme confesar que es una eterna romántica. “Me fascinan las novelas rosa y las películas de amor como Los puentes de Madison o Enamorándome de mi ex”, cuenta entre risas. De ahí que San Valentín sea una de las celebraciones del año a las que más dedicación le brinda. Para esta oportunidad me inspiré en los años 50 y creé una torta y un postre que rememoran aquellos momentos en los que las madres o abuelas aún enfriaban los pasteles en las ventanas”, rememora. Especialmente para LUZ, Virginia Sar compartió dos de sus recetas para el Día de los enamorados. <
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