Es tiempo de paritarias y mucho se habla sobre el salario docente, los -ya famosos- 180 días de clase, posibles paros, vacantes libres en los colegios y alumnos que no pueden ingresar a la escuela deseada. “Este año empieza más tarde”, dicen algunos y hasta se atreven a especular con las causas. “Tuve problemas con la inscripción online”, “El nuevo sistema me resultó práctico” o “Mi hijo entra en la escuela que quería”, son comentarios basados en experiencias personales que se replican en miles de hogares en la Ciudad de Buenos Aires. Especialmente desde que, en 2013, el gobierno local lanzó -con algunos tropezones- el sistema de inscripción en línea que hoy, según explican desde la misma oficina, permite conocer más a fondo a la población escolar. La preocupación de los padres, brindar a sus hijos la mejor educación posible, es también un pilar para el Ministerio de educación de la Ciudad de Buenos Aires encabezado por Soledad Acuña. Tras haber formado parte del equipo de Esteban Bullrich (hoy a cargo del Ministerio de Educación de la Nación), la licenciada en Ciencias políticas asumió el cargo en diciembre de 2015 y aun la obsesiona un tema que ocupaba su tiempo y su mente cuando era subsecretaria de Equidad: la educación de adultos. “Es fundamental el nivel educativo de las mamás y esto es lo que a mí me desvela por cómo impacta en el desempeño de los niños en la escuela”, enfatiza al hablar de los objetivos de su gestión entre los que se encuentran la creación de vacantes en salas de tres años; la extensión de jornada para los años de transición entre la primaria y la secundaria; y la formación docente, un área en la que hay cierta urgencia debido a la falta de profesionales y a la necesidad de innovación constante para satisfacer las nuevas demandas educativas.
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