Federico es de esas personas que le da espacio a la charla. Que le gusta analizar, reflexionar, afirmar y contradecirse todo el tiempo. Todos los temas le parecen interesantes y de cada uno tiene una opinión formada, desde el más serio hasta el más banal. Cuenta que desde hace tiempo se dedica mucho a escribir y que tiene en mente un programa de televisión (para nuevas plataformas), el cual también le interesaría dirigir. Esto, por supuesto, sin dejar de lado la actuación, actividad que le apasiona. Su casa, es un gran refugio, en donde hace música, estudia los libretos (hoy, de Quiero vivir a tu lado), descansa y disfruta de la familia que formó con la actriz y cantante Soledad Villamil y sus dos hijas Violeta (14) y Clara (11).
-¿Por qué decidiste sumarte a Quiero vivir a tu lado?
-Estoy sólo por 20 capítulos, me divirtió la posibilidad de trabajar de nuevo con Florencia. Es un gran revival. Nos conocemos mucho a pesar de no haber trabajado juntos desde Son de diez (1992). Nos encontramos muy distintos, tenemos vidas armadas, somos padres… Nos reímos y compartimos anécdotas con esa misma química de antes.
-Sos papá de dos adolescentes, ¿qué aprendes de tus hijas?
-Las chicas son muy curiosas y perseverantes en los que les interesa y eso me parece muy divertido. Cuando leen un libro y les gusta buscan otros de ese mismo autor. Eso me sorprende en esta era en la que pensamos que todo es fugaz y multitasking. Gracias a ellas redescubro cosas: el sábado pasado, por ejemplo, volví a ver las tres películas de El padrino y eso me encanta.
-¿Es difícil ser papá de dos adolescentes?
-Te genera un poco de temor, pero con el tiempo aprendés a soltar y a darte cuenta que no podés controlar todo. Es difícil porque de una manera uno busca controlar, pero hay que dejar que ellas tengan la experiencia y aprendan en base al error. Estoy aprendiendo que hay que confiar, no sirve marcarles el camino. No las lleva a ningún lado.
-¿Salieron con una veta artística?
-En principio a Violeta se la ve muy metida en la lectura y la escritura y Clara más vinculada a la música, toca muy bien la flauta. Están cómodas y confiadas en cada terreno y me gusta que no tienen ambición, sino un contacto real con el arte. Aparte, me hacen devoluciones excelentes de lo que hago yo.
-¿Buenas?
-Son lapidarias y obviamente lo dimensiono desde la edad que tienen, pero me encanta que así sea.
-¿Qué hacés cuando no trabajás?
-(Piensa). Vamos mucho al Tigre, andamos con una lancha, viajamos en familia y sino salgo a correr o nado. Cuando termino de trabajar, vuelvo a mi casa y me pongo a escribir. También me gusta mucho estar tirado en el sillón leyendo o tocar el piano.
“Las mujeres son muy intuitivas, son algo más serio que el hombre. El sexo femenino reconoce lo que es importante, se proyecta mucho mejor al futuro”.
-¿Cómo te llevás con la madurez?
-La edad me encuentra bastante bien, ya hice muchas cosas, ser padre me pone en otro lugar. Tener hijos más grandes es muy gratificante, verlos elegir, crecer… Ahora mi plan es generar mis propios proyectos, no tengo frustraciones ni cuentas pendientes.
-Estás por dirigir un DVD en vivo de Soledad, ¿cómo es trabajar con ella?
-Muy bueno, nos conocemos un montón, ella tiene su espacio y su poética y yo la mía. Sole tiene mucha personalidad. Tenemos un gran entendimiento de pareja. Por otro lado, dejamos que las cosas sucedan, sin presiones, sin conflicto… Funcionamos muy bien en la armonía, en la propuesta y contrapropuesta.
-¿Cómo te llevás con el mundo femenino?
-Genial. Las mujeres son muy intuitivas, son algo más serio que el hombre, estuvieron mejor pensadas que nosotros que somos fallidos. (Piensa). El sexo femenino reconoce lo que es importante, se proyecta mucho mejor al futuro, necesitamos muchísimo de la mirada femenina, nos hace mejores, nos nutre, nos moldea, nos perfecciona en todos los aspectos de la vida. Soy feliz rodeado de mujeres.
-¿Qué opinión tenés sobre la infidelidad?
-El amor es libre o está muerto dice una canción que estamos haciendo con Sole. Los celos significan siempre inseguridad, posesión y miedo, justamente creo en todo lo contrario: ofrecer la libertad absoluta a quien tenés la lado. Cuando uno suelta todo se ordena y consolida mejor. Nunca hay que ceder en el individualismo. Debe ser así hasta el último minuto de nuestras vidas. –Fernando Gómez Dossena
Fotos: José Tolomei
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