“Me encanta hacer muchas cosas por día, vivir a mil, pero a fines del año pasado mientras estaba en el Bailando (N.de la R.: Entró al certamen Bailando por un sueño) me sobrepasó el ritmo. Sentía que no conectaba con nada ni con nadie, no podía disfrutarlo. Entonces estallé. Dije basta, me está pasando esto, pensemos cómo nos organizamos porque ya no está bueno. Con Fabián no teníamos tiempo para nosotros, hubo que recuperar esos espacios de a poco. Ir a al cine solos, a comer solos, charlar sin las nenas en el medio. Todavía la estamos remando, no son cosas que se arreglan de un día para el otro”, cuenta. “También necesitaba contención femenina, de esa que sólo encontrás en otras mujeres que te quieren y te comprenden“. Por eso, en este mismo momento está de viaje con su hermana Geraldine Neumann y dos amigas en Nueva York, en una aventura lejos de casa por primera vez. “Me voy 8 días, ni uno más porque extraño y la paso mal, pero me lo merecía“, asegura.
-¿Recordás como fue el día en el que dijiste basta?
-No puedo decir la fecha, sé que lloré, que me no estaba pudiendo decirlo hasta que pude y cuando lo hice empezamos los dos a buscar recursos, yo empecé sanación energética, yoga, terapia. Estaba fuera de eje. Fabián es un amor, puso el pecho a morir, entendió que era un momento de mucha demanda y agotamiento y bancó…hasta que quedara afuera del Bailando (se ríe). Ahí bajé varios cambios y enseguida nos fuimos de vacaciones. Eso ayudó.
“Soy un poco control freak. Necesito tener todo controlado: saber qué esta pasando, qué va a pasar, cómo va a pasar y cuándo. Igual Fabi colabora en todas las tareas, no tiene drama en ir al supermercado y si yo estoy a mil, baña a las chicas, juega, todo“.
-Es que tu tren va a mucha velocidad…
-Exacto, no es fácil seguirme el ritmo. Pero esta vez estaba a años luz de distancia y tenía que parar.
-Con respecto a la crisis de pareja, ¿cuánto fue personal, cuánto de ustedes y cómo están ahora?
–Totalmente fui yo. Las parejas son de a dos, por supuesto, pero la que estaba más corrida de mí misma era yo. Todavía estamos trabajando en eso, no hay un click mágico, es trabajo y es de a dos. Es un volver a armarnos. También nos agarró en una etapa complicada porque yo justo entré en el Bailando…ensayaba entre 3 y 5 horas, a la noche iba a grabar, a veces, por ejemplo en el aquadance me tocaba ensayar a la 1 de la mañana… Ese agotamiento físico me llevó a uno mental y emocional tremendo.
-¿Perdonarías una infidelidad?
-No. En una pareja el diálogo y la confianza deben evitar justamente que ocurra. Hay que llegar a hablar antes para ver qué es lo que está mal, lo que hay que solucionar o decirse, “mirá tengo dudas sobre mis sentimientos tomemos distancia”. Para mí cuando ya ocurrió, no hay vuelta atrás, menos en una pareja joven
como la mía. Soy una mujer independiente, con dignidad y sé lo que valgo. No se me acaba el mundo en esa situación, soy resiliente de toda mi vida y sé que siempre salgo adelante y que todo pasa por algo.
-Para terminar, ¿van a ir por el varón en algún momento con Fabián?
-Noooo… ningún varón. No quiero yo, no quiere él. De hecho para él ya estaba bien con dos, yo insistí para un tercero y estamos chochos. Siempre quise mujeres, y no me queda para nada el pendiente del nene de mamá, lo importante es que a él tampoco.
-¿Qué te dejó la crisis?
-Todavía lo estoy descubriendo…
BAILANDO, BAILANDO…
En 2016 Nicole volvió a ser noticia por su famosa pelea con Pampita en el programa que comanda Marcelo Tinelli. “Volvería a sumarme a Showmatch. Me copa bailar y en este último certamen aprendí muchísimo y lo disfruté un montón. No tendría drama de bailar siendo Pampita jurado, a mí ella no me condiciona en ningún aspecto de mi vida. Es muy difícil que alguien me condicione.
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