Está claro que la modelo y conductora de tevé no necesita tacos ni maquillaje para lucir espléndida. Sus ojos ámbar armonizan con su nuevo rubio miel (es la elegida como imagen de Garnier Nutrísse que lanzó tres nuevos tonos) y posee una innegable belleza natural, pero además, su brillo es el de la plenitud. Es mamá de Olivia (4) y acaba de reestrenar su mejor rol con Baltazar, que nació hace 8 meses. Paula Chaves está feliz. Pese a la lógica falta de sueño, los 30 kilos que adelgazó en estos meses y el trajín de volver al trabajo (conduce junto a José María Listorti Este es El Show), se la nota relajada y radiante. Con esa seguridad que traen los hijos al ordenar las prioridades. “Mi familia es lo más importante, mi vida hoy no pasa por la televisión“, jura en la entrevista la figura de Multitalent.
Pero no siempre fue así. Practicamente conoció a su marido, Pedro Alfonso, frente a cámara y la relación creció con el rating de la mano de Marcelo Tinelli hasta instalarlos en el corazón del público. Sin embargo, noviazgo, matrimonio y maternidad mediáticos no modificaron su escencia. “Si bien me divierto un montón, tengo claro que esto es un trabajo. Nunca me comí el cuento de ser famosa. No vivo híperproducida. Soy tranquila, simple, no me gusta la noche, los eventos ni figurar todo el tiempo“, asegura.
-¿Cómo conjugás esa paz con el baile de tener dos chicos tan chiquitos y el trabajo en la tele?
-¡Ser madre es el mejor baile de mi vida! Porque disfruto de lo que hago. Con mi amor (Pedro Alfonso) armamos un equipazo: si no estoy yo, está él, la busca en el jardín en la semana, juegan y en el fin de semana me quedo yo, nos complementamos bárbaro y bueno, la ayuda de Carmencita, la señora que trabaja en casa, que es como una tía. “Balta” viene conmigo al programa porque estamos con lactancia exclusiva, aún no empezó a comer.
-¿Cómo fueron estos meses de reacomodarse a esta nueva realidad familiar?
-Divinos, estamos felices. “Oli” y “Balta” se llevan 3 años y meses, y la verdad que la diferencia es espectacular. A la mayor ya le di exclusividad como mamá y estábamos todos listos para recibir un bebé en casa. “Oli” lo tomó re bien y aunque en la última parte del embarazo y el día de la vuelta a casa tuvo una pequeña regresión por el cambio, después fluyó bárbaro. Sus celos son sólo con nosotros y muy livianos. A él lo ama, lo cuida, si me voy a bañar se lo dejo a ella que le juega sentadita en el piso blando ¡Es una excelente hermana mayor! Está sensible y revolucionada, pero eso es lógico.
-¿Y vos no te resististe a volver a trabajar?
-Me tomé mi tiempo. Terminé en diciembre y me ofrecieron varios trabajos para arrancar en enero y dije que no. Necesité estar un tiempo dedicada a full a mi familia, a mi casa, no sabía qué iba a pasar con Este es El Show pero no estaba dispuesta a embarcarme en otro proyecto enseguida con un bebé tan chiquito. Necesité anidar, organizarme. Me fui a Villa Carlos Paz con Pedro y cuando llegó la propuesta del programa lo dudé bastante. Si bien me encanta lo que hago, es un tema para todas las mujeres que trabajan armar la logística. De hecho opino que la ley en Argentina es mala en este sentido, el período de licencia por maternidad es muy corto, si te tomaste un mes antes del embarazo, tenés que volver al trabajo con tu bebé de dos meses. Es cruel, yo soy una afortunada porque me lo puedo llevar, sacarme leche y dejarlo por 3 o 4 horas. Resulta muy duro para la mamá y para el bebé sobre todo. Algún día sueño con trabajar para modificar esas políticas.
-¿Es comparable a la vuelta después de haber sido madre con “Oli”?
-Volví al mismo tiempo, con los dos de 8 meses, pero con ella me costó muchísimo más. “Oli” era re movediza y no se quedaba tanto, entonces la empecé a dejar en casa y se me hacía más difícil a mí irme, ahora es algo que ya atravesé.
-¿Cómo te llevás con el pasaje al anonimato en esos períodos, frente a lo que estás acostumbrada, un trabajo con mucha exposición? ¿Lo sufrís?
-Para nada, no necesito cámara todo el tiempo. Sí me sucede que a veces el nido demanda mucha energía y entonces voy a trabajar casi sin dormir porque los tengo enfermos o “Balti” no durmió bien y se levantó a tomar el pecho cada una hora. Aparte está en la angustia del octavo mes y quiere dormir arriba mío, pero ¡pesa 11 kilos! Me mata las cervicales… Pero así y todo me encanta. Disfruto un poco de ese doble papel porque estar todo el día en casa también me cansa, necesitás aire para renovar la paciencia, las ganas. Pero desde ya, pienso seguir teniendo hijos.
-¿Te encanta la familia numerosa?
-¡Sí! Yo tendría cuatro, pero sin apuros, dándole a cada uno su tiempo de ser bebé y tener a mamá cerquita. Por lo pronto, no proyecto con fecha exacta pero sé que me gustaría tener uno o dos bebés más. Al principio Pedro no quería y ahora ya dijo el otro día, por ahí uno más tendría… ¡Es un padrazo! A veces llego a casa y encuentro una soga cruzando todo el cuarto de la nena, sábanas a modo de telón y “Oli” con un papel higiénico enebrado en un palo de escoba porque el padre le improvisó un micrófono y le hace de público para que ella cante. La hace volar y vuela con ella, yo los miro y muero de amor.
-¿Y con Baltazar, cómo es?
-También, muy lúdico, se tira al suelo a jugar con él. Por ser el varón yo creí que iba a estar enceguecido de amor por mí, dicen que los nenes son más mameros, pero cuando lo ve al padre le hace una fiesta tremenda. Aparte lo duerme, cosa que con “Oli” no pasaba porque ella se dormía sólo conmigo. Cuando los miro juntos a los tres, por ahí estoy de lejos haciendo algo y pienso qué lindo la familia que formamos, es lo que simpre soñé.
-¿Cómo hacen para pasar tiempo de pareja?
-Estamos muy enamorados, sabemos que no es como cuando éramos novios y no nos estresamos. No necesito salir sin mis hijos por ahora, ya habrá tiempo. Y cuando tenemos un rato porque se detiene casualmente el caos familiar y todos duermen, hay una pausa para ver una película o hacernos unos mimos y estar juntos. A mí él me encanta, no es que necesito reavivar ninguna seducción porque ya me parece un bombón y estoy totalmente enamorada. Ahora está por estrenar la película Cantantes en guerra con José María (Listorti) y lo veo en el afiche vestido con una remera dorada con tajos, un pantalón reggetonero y todo el pelo parado y me parece el flaco más lindo del mundo. Me casé con el tipo que me enciende y eso es un montón.
-¿Es romántico?
-No…pero yo tampoco. Si me viene con un osito de peluche y bombones no seríamos nosotros. No somos así.
-¿Sos una mujer que no tiene miedo a que la juzguen ni a cambiar de opinión?
-Soy un ser humano, más allá de que la gente piense que sabe todo de mi vida, no es así. Si es por la tapa de la revista en la que salí con el título de que iba a ser ama de casa, era lo que sentí e hice por el período que me pareció. Se buscó un título picante y después ser armó todo un debate sobre el asunto. También acá todos opinan de todos y dicen cualquier cosa. Escucho mucha opinión liviana sobre la vida ajena.
-¿Te afecta que opinen de vos? ¿Cómo te cuidás de las polémicas?
-A veces mucho no puedo, teniendo un programa como el que hacemos siempre se te enoja alguien. Yo entiendo porque estuve del otro lado y la verdad es que se opina livianamente de temas delicados. Yo creo que la gente olvida que estamos hablando de un reality. No se termina de entender que esto es un show, es un certamen de baile por un sueño, sí, pero es un reality.
-¿Tu rol en el programa es poner paños fríos?
-A veces sí. No es que sea un rol, a mí en 2010 me mandaron al psicólogo en un panel porque tenía celos de mi papá, me dijeron que tenía el Edipo mal resuelto, yo sé lo que es que se metan en tu vida y te duela lo que se dice. Entonces intento atravesar esos terrenos de otra forma. El año pasado fue tema que Pampita se iba de viaje una vez por mes y se la cuestionaba porque dejaba a sus hijos. Yo estaba indignada ¿Cómo se meten ahí? Uno no puede opinar como si fuera la novela con todo lo que tuvo que pasar Carolina. Atacar a una mujer que busca ser feliz, a una madre, me parecía una locura.
-Vos también tenés un matrimonio mediático y una familia mediática… ¿lo charlan con Pampita?
-Tenemos buena onda, pero no somos amigas. A mí ahora no me importa lo que digan, ni siquiera cuando Marcelo me hacía bromas por la crianza con apego, el colecho y la lactancia a demanda. Mi manera de encarar la maternidad es esta y punto. Aprendí a que no me afectara. Nosotros tratamos de preservar la intimidad. No estamos más mediatizados. Más allá de lo que podamos decir con Marcelo sobre si Pedro duerme en el colchón en el piso o no, es una broma. Ahora tenemos un límite y más por los chicos. Durante el noviazgo sí, todo bien, éramos todos adultos. Es otra etapa.
-¿Vas a ser doula?
-Me encantaría acompañar a mujeres, compartir mi experiencia, revivirla, no desde el saber, sino desde lo que yo atravesé y lo haré seguramente en algún momento. <
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