Por Soledad de la Torre | El ojo seco es una de las enfermedades de la vista más habituales y se ha incrementado con la hiperconectividad. Por eso, es importante conocer sus características y modificar conductas para evitar su aparición.

Muchas veces subestimada o confundida con otras patologías debido a la diversidad de síntomas, la sequedad ocular es, por estos días, uno de los motivos de consulta más frecuente en oftalmología. De hecho, los especialistas estiman que el 20 por ciento de la población la padece, incrementando estos valores al 40 por ciento en los pacientes mayores de 60 años y al 68% en el caso de las mujeres. Aunque depende de factores como la edad, el uso de medicamentos y ciertas enfermedades de base, variables muy comunes en la actualidad, como la prolongada exposición a las pantallas, la climatización artificial y la contaminación ambiental, pueden causarla o agravarla. La prevención, la identificación de los síntomas y la rápida visita al médico son las claves para tratarla y mejorar notablemente la salud ocular y la calidad de vida.
Síntomas que alertan

La sequedad ocular es una condición anormal en el ojo y la causa es la poca cantidad o mala calidad de las lágrimas. “Con cada parpadeo que damos, se forma una película que humidifica el ojo durante unos diez segundos, evitando que tengamos que parpadear continuamente. En las personas que padecen la enfermedad, esta película se rompe y el aire entra en contacto con la superficie ocular, resecándola y produciendo la muerte de las células del epitelio córneo-conjuntival junto a una reacción inflamatoria que agrava la situación, cerrando un círculo vicioso”, explica el doctor Reinaldo Turovetzky, médico oculista del Sanatorio Modelo de Caseros.
Otra característica del ojo seco es que puede presentarse en diferentes grados – leve, moderado y grave -, afectando la calidad de vida del paciente en lo cotidiano, en lo social y en lo laboral. Por este motivo, los especialistas recomiendan prestarles mucha atención a los primeros síntomas. “Los principales son sensación de cuerpo extraño o arenilla, ardor, quemazón, aspereza, cansancio ocular, alteración de la visión que fluctúa con los parpadeos y, paradójicamente, ojos llorosos debido a la irritación causada por la condición”, indica la doctora Eliana Segretin Gutiérrez, jefa de la Sección Infectología y Superficie Ocular del Servicio de Oftalmología del Hospital Italiano de Buenos Aires.

Causas internas y externas
Dentro de los factores que propician la aparición del ojo seco se destacan los cambios hormonales asociados con la menopausia, por lo cual las mujeres suelen ser las más afectadas.También inciden la edad, el uso de lentes de contacto, tomar medicamentos como antidepresivos,antihistamínicos, diuréticosy descongestivos, y enfermedades como lupus, artritis reumatoide, diabetes y herpes Zóster.
Pero además existen causas externas que afectan notablemente la salud de los ojos, como el uso prolongadode la computadora, especialmente en ambientes con aire acondicionado o calefacción. “Las pantallas de los dispositivos electrónicos tienden a secar el ojo debido a que uno lee en una posición diferente que cuando lo hace en un papel. Al ser hacia el medio en vez de hacia abajo, aumenta la evaporación de la lagrima”, señala el doctor Pablo Wainberg, médico oftalmólogo y jefe de Servicio de Oftalmología de Swiss Medical Center. La doctora Segretin Gutiérrez agrega que, por esta razón, “los niños que utilizan videojuegos por mucho tiempo también pueden tener síntomas de ojo seco”. Finalmente, como explica el doctor Alejando Berra, investigador principal del Conicet, “la contaminación de aire de las megaciudades también produce alteraciones en la composición de las lágrimas dando signos de la enfermedad”.

Cambio de hábitos
Aunque por el momento no existe cura, los expertos coinciden en que el ojo seco puede prevenirse y tratarse de manera efectiva, siempre según indicación profesional. “Es necesario establecer pautas de higiene ocular y de salud ambiental, como la protección de los ojos en el sol o en ambientes secos y muy ventosos. Además, recomiendo ventilar diariamente la vivienda y el lugar de trabajo y evitar ciertos productos de limpieza. Con respecto a la computadora, hay que usar lentes especiales, situarla bajo la línea de mirada, ajustar la brillantez del monitor a una intensidad confortable a la vista y hacer descansos cada 30 minutos”, resume el doctor Turovetzky.
La doctora Segretin Gutiérrez sugiere utilizar lágrimas artificiales o un humificador de ambiente, tanto para prevenir como para aliviar la resequedad. E indica que, especialmente durante las horas frente al monitor, “debemos acordarnos de parpadear más o fijar la vista en un objeto que se encuentre a la distancia y luego retomar el trabajo. Asimismo, cada vez más estudios avalan la importancia de una buena alimentación. Una dieta rica en omega 3 y baja en omega 6 repone estos aceites en la lágrima”, asegura la experta.