Las fotos y videos están por todos lados y lo muestran junto a sus compinches de entonces: Britney Spears, Christina Aguilera y Justin Timberlake. Todos preadolescentes, claro, y estrellas nacientes del firmamento Disney gracias al célebre programa infantil The Mickey Mouse Club. El destino luego hizo lo propio y mientras aquellos tres siguieron un camino muy ligado a la música, el joven Ryan, nacido y criado en Ontario, Canadá, apostó a full por la actuación ¿Intuía el camino de éxito y fama que lo esperaba? Es probable que no, y mucho menos aún que haya imaginado que su rostro mutaría de estrella teen a ícono de seducción y romance, al punto de haber disparado hace poco las ventas de “lattes” en una cafetería de Hollywood –The Carrera Café– que ofrece “la espuma Ryan”, con su cara estampada en ella.
Al principio sólo eran películas independientes, chiquitas y “humildes” en las que empezó a desplegar su sonrisa tan compradora como enigmática. Pero todo cambió con Diario de una pasión, la adaptación del bestseller The Notebook, de Nicholas Sparks, con la que enamoró a todas como Noah. Y también a su partenaire, Rachel McAdams, con quien mantuvo luego un largo ir y venir amoroso. Sí, el muchacho es famoso por conquistar a sus colegas, algo que hizo con Rachel, Sandra Bullock (su co-star en Cálculo Mortal) y también con Eva Mendes, a quien conoció en el set de El lugar donde todo termina, película que nunca se estrenó en los cines de nuestro país y que marcó, justamente, el final de su soltería. Junto a Eva tuvo dos hijas y aunque siempre prefirió mantener la relación en un estricto perfil bajo, en la última ceremonia de los premios Golden Globe, eligió no contenerse: “Mientras yo estaba en La La Land cantando, bailando y tocando el piano, mi mujer cuidaba de nuestra hija estando embarazada de nuestra segunda niña y ayudando además a su hermano en una batalla contra el cáncer. Si ella no hubiera asumido todo eso para permitirme vivir esta experiencia, seguramente sería otro el que hoy estaría aquí arriba. Amor mío, muchas gracias”, cerró entre cientos de aplausos que celebraban el premio y su confirmación como “el galán más sensible de Hollywood”, título que nació en un blog (Feminist Ryan Gosling) y se terminó convirtiendo en libro.
Así las cosas, el muchacho volverá el próximo 5 de octubre a la pantalla grande como el oficial K, protagonista absoluto de Blade Runner 2049, la esperada continuación del filme de ciencia ficción de Ridley Scott que vuelve a contar con Harrison en la piel de Rick Deckard. Dirigido por el francés Denis Villeneuve (La llegada), el filme acentuará el futuro sombrío que ya conocimos en los años ’80.
-¿Por qué dirías que a más de 30 años de su estreno, Blade Runner aún conserva su categoría de culto?
-La película te cautiva. Es difícil olvidarla. Cuestiona tu idea de lo que significa ser humano y te obliga a plantear tu capacidad de reconocer al héroe del villano. Es una visión angustiante del futuro que en cierto modo se siente muy real y posible. Y a la vez, te ofrece un escape romántico que te atrapa y te mantiene atado a la historia. Sin dudas, es una obra muy especial. Apenas supe que Ridley (Scott) pensaba continuar la narración sentí que debía formar parte de ello. Y cuando llegó el llamado de Denis (Villenueve) no pude más que sentirme un afortunado total.
“Cuando sos chico escuchás un montón de frases sobre lo que significa ser padre. Y lo más extraño de todo es que todos esos clichés se transforman luego en realidad cuando te llega la hora”.
-¿Qué podes adelantarnos de tu personaje?
-Interpreto a K, un oficial que apenas comienza la película es enviado a retirar a un replicante solitario. Sin querer, allí descubre un misterio que lo llevará a cuestionarse todo lo que creía saber. Es un tipo muy afectado por el aislamiento. No hay que olvidar que la película hace un salto en el tiempo de 30 años, lapso en el que el mundo se vuelve mucho más inhabitable y oscuro. Como resultado de eso, la profesión de Blade Runner se volvió mucho más compleja.
-¿Es un mundo más descorazonador?
-Totalmente. Las cosas empeoraron mucho. El ambiente se volvió tóxico, el mundo en general es terriblemente menos hospitalario. Las personas viven muy mal, apenas sobreviven. Podría decirse que la humanidad se encuentra cerca de su final.
-¿Imaginaste que sería de vos en un escenario así?
-Uff… Sólo pensaría en mi familia. Cuando sos chico escuchás un montón de frases sobre lo que significa ser padre. Y lo más extraño de todo es que todos esos clichés se transforman luego en realidad cuando te llega la hora. Hoy siento que estoy viviendo mi mayor sueño junto a mis hijas y mi familia, y eso es lo que más me entusiasma día a día. Sin dudas, soy un agradecido total de estar vivo.
Una piña con gusto a leyenda
Los trascendidos indicaban que había existido un incidente en el rodaje de Blade Runner 2049, en particular durante una pelea entre Ryan y Harrison Ford. “Sí, es cierto -admitió Ryan a la revista GQ– Harrison me pegó en la cara. Estábamos en medio de una escena de pelea y de repente sucedió, sentí toda su mano en el rostro… Lo gracioso no fue sólo la reacción de Harrison -se rió y se fue a poner hielo en la mano- sino también el comentario que me hizo Denis, el director: ‘sentite orgulloso, te acaba de pegar Indiana Jones y aún estás de pie’. Tenía razón”, cerró entre risas.
Villeneuve es canadiense y no francés como comenta el autor de éste articulo, más rigor por favor.