Verónica Gosso Eguia y Marcelo Mazza
CAFETERÍA Y WINE BAR.
La paleta de amarillos de la obra El beso
de Gustav Klimt fue el referente inspirador en que se basaron los diseñadores para crear este espacio. También tuvieron en cuenta el nacimiento del edificio (años ´50) para aplicar “la magia dorada del cine de Hollywood” depurando líneas que permitan compartir un espacio de romanticismo. A través de la elección de paletas de colores cálidos, de luces envolventes, fuimos generando el clima. Nos permitimos jugar con materiales nobles, propios de la época, imprimiéndoles nuestra identidad. El papel que se ve en el techo es el original del edificio. Así sentimos que nuestra confitería se convierte en el lugar que los invite a compartir la magia del romanticismo”, agregan Eguía y Mazza.
Los materiales usados fueron: mármol,
lino, madera, tusor, sedas y piel.
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