Se ríen, gritan, bromean entre ellos y cada tanto dejan entrever alguna de las razones de sus alborotadas palabras. Parecen, sin más, amigos de la secundaria. Pero no lo son. Se conocieron hace apenas dos años, trabajando en una serie que les cambió la vida para siempre: Stranger Things, el suceso de Netflix creado por los hermanos Duffer que el próximo jueves (anticipando Halloween) estrenará su esperada segunda temporada. Para hablar de ello se reunieron en Ciudad de México Gaten Matarazzo (el simpático y desdentado Dustin), Caleb McLaughlin (el más cerebral Lucas) y Finn Wolfhard (el entrañable Mike Wheeler). Faltaban, claro, sus “amigos más misteriosos”: Noah Schnapp (el pequeño Will –hijo de Wynona “Joyce” Rider- que desaparece en la temporada inicial) y Millie Bobby Brown, la joven Eleven (Once) que hace rato se convirtió en toda una estrella y cuya presencia en la segunda temporada es fuente de intrigas y versiones de todo tipo.
En esta nueva temporada estaremos todos tratando de salir adelante. Pero no es sencillo para nadie volver a la normalidad después haber luchado contra un monstruo con una gomera…”
“Nada volverá a ser como antes”, es una de las frases de cabecera de esta segunda temporada y es por eso que los tres actores tratan de ser híper cautos en torno a cualquier adelanto. Cómplices, preferirán bromear sobre sus cuentas de Instagram (“nos escriben en tantos idiomas que muchas veces tenemos que bajar hasta el final de los comentarios para entender algo”) y sobre las decenas de fans que los esperan fuera el hotel para sacase fotos con ellos. “¿Cuántos hay?, ¿alguno tiene idea?”, pregunta sin esperar respuesta Finn, el más locuaz y divertido del grupo.
-¿Cómo conviven con esa fama? La adolescencia ya es de por sí es una etapa difícil, si a eso le sumamos la atención de tanta gente…
–Gaten Matarazzo: Yo creo que la clave pasa por tomarnos el asunto con calma y no creernos diferentes a los demás. Y eso hacemos: nos vemos a nosotros mismos como chicos normales, no como aliens…
–Caleb McLaughlin: Bueno, vos tenés un poco de alien… (risas).
–Finn Wolfhard: Todos en la serie estamos pasando por lo mismo, eso es lo bueno, y creo que somos conscientes de que los mejor que podemos hacer es mantenernos fieles a nosotros mismos, no volvernos locos. Para mí, si un actor se mira al espejo y dice: “ah, soy un tipo especial”, básicamente está haciendo todo mal.
-¿A quién o quiénes les piden consejos?
–Finn: A la familia, siempre, pero también a nuestros colegas mayores. Hace poco coincidimos en un evento con Cole Sprouse, de la serie Riverdale, y fue muy interesante hablar con él. Cole tiene una larga experiencia con Disney (N de la R: también hizo de hijo de Ross en la sitcom Friends) y nos dijo: “No se dejen presionar por nadie. Si quieren salir, háganlo, lleven la vida más normal que puedan”. Creo que fue un gran consejo.
–Caleb: Yo siento que en esto no hay recetas buenas y malas. Es la que encuentra cada uno y eso la hace valer por sí misma.
Hace poco un actor más grande nos dijo: ‘No se dejen presionar por nadie. Si quieren salir, háganlo, lleven la vida más normal que puedan’. Creo que fue un gran consejo”.
-¿Qué nos pueden adelantar de esta segunda temporada? Al menos en el terreno de las emociones, algo que ya se ha explorado bastante en la temporada inicial…
–Gaten: Te diría que estamos todos tratando de salir adelante, pero como ya verán, esa “estrategia” no nos saldrá del todo bien… (ríe). No es tarea sencilla para nadie volver a la normalidad después haber luchado contra un monstruo (el famoso Demogorgon) con una gomera…
–Finn: Sólo diré que Mike deberá atravesar un largo duelo. Y que seguirá buscando a Eleven, no sólo en el plano físico. No acepta para nada la idea de que ella se haya ido.
–Gaten: Y, por último, creo que Lucas, el personaje de Caleb, hará el trabajo más importante de todos: impedir que el grupo se quiebre. Mantiene nuestra moral en alto. Hay una razón muy especial por la que lo hace, pero aún no puedo decir cuál es… (sonríe).
-¿Sintieron miedo en algún tramo de las grabaciones?
–Finn: Creo que la gente siempre espera que digamos sí, pero la verdad es que no. La sensación al grabar estar serie, la mía al menos, se parece más a la de estar atravesando una montaña rusa que a la de una película de terror. No tenés ni idea que puede pasar, pero eso te atrae, no te asusta.
-¿Cómo es a esta altura su relación con los ’80? (década en la que ninguno había nacido aún)
–Caleb: Me encantan los videojuegos de esa época. Si vieron el tráiler de esta nueva temporada, habrán visto lo importante que son, sobre todo Dragon’s Lair.
–Gaten: Sin duda, los ‘80 fueron la época dorada del arcade. Nosotros nos la perdimos, crecimos en la era de las consolas, con juegos como Battlefield, Grand Theft Auto (GTA) y Call of Duty.
-¿Les gustaría haber vivido en esa época?
–Finn: Mmm, creo que es una década interesante, pero sólo si me dan la máquina del tiempo para ir a visitarla un rato y luego volver. Sino, la verdad es que prefiero quedarme en esta época, me gustan esos videojuegos pero ni loco los cambios por mi iPhone, Netflix o Instagram. En ese sentido, soy muy millennial… (risas)
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