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31/12/2017

Violeta Urtizberea: “Lo que más anhelo es ¡descansar!”

Flor, su personaje en la tira Las estrellas, sorprendió a todos por sufrir síndrome de Tourette y tener un romance con otra mujer. Su balance del éxito televisivo del año, la despedida del programa, las amistades que quedaron y más, en esta charla íntima.

La nota con la requeridísima Violeta Urtizberea (32), protagonista de la exitosa tira producida por Pol-ka, Las estrellas, transcurre en un bar cercano al set, durante un alto en las grabaciones. No logra caminar un paso por la calle sin que la llamen desde la vereda de enfrente ¡Florencia!: una madre con dos niñas vestidas de delantal escolar explica mientras llega hasta la actriz que las nenas la ven siempre. Ella sonríe y saluda. Avanza unos metros más y un señor la detiene para pedirle una selfie. Le dice que sus hijas: “son fanáticas de todas las hermanas“. Otro muchacho más se acerca y le dice que la conoce. Ella, siempre súper atenta, conversa con todos y posa. Dulce y serena, toma con naturalidad lo que le ocurre a partir de su protagónico en Las Estrellas, en donde le toca interpretar a la hermana más sensible, que sufre síndrome de Tourette y se anima a vivir un romance con una mujer por primera vez. “Es un personaje que llegó mucho a la gente“, afirma haciendo el balance en voz alta de un año vertiginoso, lleno de emociones, nuevos amigos y una historia que quedará en el corazón del público.

-¿Es así todo el día?
-Sí… (risas) y lo llevo bien. Sé que es un momento y que el año que viene hay otra novela y puedo pasar más inadvertida. Por ahora trato de devolver siempre una sonrisa porque me pongo en el lugar de esas personas. Si me hubiera encontrado con Nancy Dupláa en el momento de Montaña Rusa la hubiera internado. Y para mí es re lindo estar acá y generar esto. Entonces trato de estar a la altura de las circunstancias.

“Me parece que el lesbianismo se vive más pesadamente.
al gay se lo refleja en la tevé vinculado al desparpajo, a lo gracioso, pero lo lésbico no tenía el favor del público y contar una historia de amor que conmueva es una manera de acercarlo y naturalizarlo”.

-Imagino el desafío cuando te llegó la propuesta de interpretar a Flor, un personaje nada sencillo…
-¡Para nada simple! Mi primer protagónico tampoco fue fácil, también en Pol-ka, era una chica que venía de la selva en Enseñame a Vivir, con Pablo Rago. Cuando me lo propusieron el programa iba a ser unitario. Nunca dudé en aceptar, aunque me daba bastante vértigo hacerlo. El balance es súper positivo, estoy orgullosa y amo haber sido parte de este proyecto, una trama jugada, aggiornada en el tipo de problemáticas, las protagonistas mujeres jóvenes, independientes.

-Apenas arrancaron tu personaje fue criticado por el síndrome de Tourette..
-Se armó mucho revuelo, porque era un tema que nunca se había tratado en televisión. Muchos no sabían ni de qué se trataba la enfermedad y como todo lo nuevo, llama la atención. Pero siento que fue algo más mediático que sucedía en la calle, con la repercusión en el público. Empezó con una observación de Andrea Bonzini, que es la presidenta de la Asociación Argentina para el síndrome de Tourette. Yo ya venía hablando con ella para componer el personaje, eran comentarios con ánimo de sumar información, pero los medios lo contaron de otra forma. Obvio, lo mío es una interpretación y puede gustar o no, pero fuera de esa semana mediática, no pasó a más.

-Resonó más fuerte tu romance con el personaje de Julieta Nair Calvo (28)…
-Sabía que iba a movilizar al público porque era osado tratar una historia de amor entre dos mujeres en ese horario, pero nunca imaginé que tanto. La mayoría es súper positiva de personas agradecidas de ver esa historia en la pantalla, hasta se armó un club de fans Flozmin, que es la mezcla de los nombres de los personajes, Flor y Jazmín. Me llegan miles de cartas todos los días. Visibilizar estos temas desde la ternura y la apertura de una mujer que se enamora de otra mujer y no desde el machismo de dos chicas besándose con un enfoque hot para calentar al hombre está bueno. Siento que las mujeres siempre somos más castigadas, el lesbianismo se vive más pesadamente me parece, al gay se lo refleja en la tevé vinculado al desparpajo, a lo gracioso, pero lo lésbico no tenía el favor del público y contar una historia de amor que conmueva es una manera de acercarlo, naturalizarlo.

-¿Sos primeriza en las escenas hot?
-Bastante, no había hecho muchas, pero la verdad no me costó. Lo viví naturalmente y hasta mejor porque con Juli nos hicimos amigas, ya había confianza cuando pasó, lo pudimos hablar. Aparte la historia se prolongó, tardamos en darnos el primer beso así que cuando llegó el encuentro estábamos ya preparadas. Y como por ahora a ninguna de las dos le gustan las chicas no hay chances de confundirse fuera de la ficción. Me dio menos pudor que con un varón, obvio estabamos nerviosas, pero súper contentas con cómo se vio.

“El balance de Las estrellas es positivo, estoy orgullosa y amo haber sido parte de este proyecto con una trama jugada, aggiornada y reflejando a mujeres jóvenes, independientes, buscando su camino”.

-¿Tu novio prefiere que los besos sean con una mujer?
-Sí… se pone menos celoso. Van a ser tres años que estamos juntos, él es músico (el cantante cordobés Juan Ingaramo), o sea que igual entiende que esto es arte y me acompaña en todo. Convivimos hace dos años y si bien cada uno tiene sus amigos, su vida e independencia, siempre hay planes juntos.

-Con un elenco femenino tan fuerte uno piensa.. ¿Cómo se llevaron?
-Divino…ya me duele la panza porque termina y voy a extañar tanto esto. Las cinco hicimos un muy buen vínculo, un equipo sólido. Desde el principio sabíamos que teníamos que estar unidas para que esto saliera bien, teníamos que hacer de hermanas, así que desde el minuto cero hicimos nuestro grupo de chat y estabamos todas muy activas, la verdad fluyó bárbaro. No las conocía a todas, por ejemplo a Marcela (Kloosterboer) y me sorprendí gratamente de la calidad de personas y artistas que encontré. Tenemos un vínculo familiar te diría, distinto con cada una por ahí como en un grupo de amigas que con una te reís, a otra le contás los dramas, a otra le pedís la pollera. Fue espectacular.

-¿Podrías decir algo de cada una?
-Celeste (Cid) es la más responsable, súper obse tiene todos los libros marcados, es la mejor alumna y es muy sensible. Marcela tiene un don maravilloso que es que nada la afecta demasiado, nunca se queja, ella vive re lejos, tiene una nena chiquita, sin embargo nunca la escuchás decir que está cansada. Natalie tiene un caracter fuerte, es muy frontal, dice mucho lo que piensa y también tiene algo muy verdadero, no muestra una máscara, eso me encanta. Justina ya era mi amiga absoluta, por una película que hicimos juntas (Voley), donde quedamos todos amigos. Justi es más colgada, es muy sensible, me siento identificada con eso y como las dos somos bastante receptivas de energía, nos apoyamos mucho mutuamente.

-¿Tenés proyectos para 2018?
-Descansar, volver a decidir sobre mi cuerpo, si quiero estar sin maquillaje una semana, por ejemplo, volver a leer, a regar las plantas, porque si bien fue un año maravilloso tuve mucha demanda. Quiero viajar, quisiera conocer Europa y acompañar a mi novio en algunas giras. Tengo planes en el horizonte, pero no inmediatos.

 

Vocación y lazos familiares

Violeta no disfruta hablar de papá Mex. Hilvana el relato de ese vínculo con extremo cuidado. No es por mala relación, sino todo lo contrario. “Tenía 8 años y veía a los chicos hacer el piloto para el programa Magazine For Fai en casa de mi papá y moría por estar ahí, pero no decía nada. Ya estudiaba teatro con Nora Moseinco desde los 6 y para mí era mi lugar en el mundo, amaba las clases, era feliz. Yo no estaba incluída desde el inicio, pero al grabarse ahí, una vez se necesitaron más nenes y mi papá me preguntó ¿Querés? ¡Sí, obvio! Resultó y estuvo todo bien. Yo siempre fui respetuosa, nunca le pediría nada. Cuando terminé el colegio a los 17, seguía estudiando con Nora, empecé el CBC de Psicología y trabajé de moza, niñera, promotora. Se me hacía eterno, no se me pasaban los minutos. Ahí dije ¡no!, quiero trabajar de actriz, y llamé un representante. Mi primer papel fue de la hermana menor de Leticia Bredice en Pol-ka, nunca más trabajé de otra cosa. Largué psicología y hoy amo lo que hago“.

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