Dicen los que saben que cuando hay niños y animales en una película éstos terminan captando toda la atención. Sin embargo, parece que esta máxima trasciende el mundo del celuloide y llega a la gráfica, porque fue Romeo, el perrito de Eugenia Tobal, quien en verdad acaparó todas las miradas durante la jornada de fotos y nota que vivimos con la actriz. Mientras el equipo la maquillaba y peinaba, el maltés buscaba algo para comer en todos los rincones de la locación –un restaurant de la zona del Hipódromo de San Isidro-. “Tuve que ponerlo a dieta porque tiene un problemita en la columna y necesita bajar de peso. Pobre gordo, está desesperado por encontrar algo más rico que su alimento light”, cuenta la co-conductora de Cocineros de noche por la TV Pública –de lunes a viernes a las 20:00- y una de las protagonistas de No dormirás, la película de suspenso en coproducción con Uruguay y España a punto de estrenarse en nuestro país.
De perfil bajo y lejos de los escándalos, Eugenia fue tapa de las revistas por una turbulenta relación amorosa con Nicolás Cabré, que incluyó matrimonio, un embarazo que no prosperó y un divorcio doloroso. Pasaron los años, algunas relaciones y, hoy, las heridas sanaron. Reflexiva, profunda y en una etapa “muy tranquila” de su vida, como ella misma define, la actriz habló de todo: el trabajo, su espíritu creativo, la familia, su costado solidario y el amor.
-¿Cómo fue el rodaje de una película de suspenso? ¿Cómo lo viviste?
-Llegué al elenco por un casting, me fascinaba estar en esa película. Fue una experiencia maravillosa, muy fuerte. Formamos un equipo perfecto, éramos pocos actores: Eva De Dominici, Belén Rueda, Germán Palacios y yo, que trabajamos más de diez horas diarias, durante un mes, en una locación también muy especial, generando ese clima de suspenso que fue mágico.
-Todo ayudaba a generar terror…
-La película se desarrolla en un hospital psiquiátrico abandonado. Somos parte de un grupo de teatro que experimenta con el insomnio para la preparación del montaje de una obra. Sin dormir durante varios días, el objetivo es alcanzar nuevos umbrales de percepción.
-¿Te animarías a prepararte de esa manera, sin dormir durante varios días, para un papel?
-(Piensa) En lo personal, no sé si me animaría a algo tan al límite.
-¿Por qué?
-Me parece demasiado extremo, pero uno nunca sabe.
-De todos modos, pareciera que te gustan los desafíos, sos actriz y te animaste a la conducción.
-Sí, soy muy inquieta, me gusta probar, cambiar. Como buena sagitariana, soy fuego, y siempre estoy pensando en cosas nuevas, mi cabeza nunca para de proyectar. Siempre fui así.
-También producís y dirigís…
-La producción es una tarea que me mantiene activa y la autogestión es una forma de crear y de desarrollar todo el potencial. Trato de generar proyectos que me mantengan encendida la llama de lo artístico, como fue Gaturro, el musical, la obra para chicos que dirigí hace un par de años. No somos una sola cosa, el punto es abrir el abanico de posibilidades y animarse a más.
-Entre esos desafíos, te animaste a cocinar por la tele, junto a Guillermo Calabrese…
-Estoy feliz con Cocineros de noche, el equipo es genial y todo fluyó naturalmente. Soy co-conductora y Guillermo es un compañero maravilloso. Después de mi experiencia en Pura Química, por ESPN, esta nueva posibilidad me encanta, la disfruto. Siento que es muy bueno, además, que estamos entrando en la casa de la gente en un horario en el que otros canales tienen informativos, con noticias fuertes, negativas. Nosotros apuntamos a reunir a la familia a través de las recetas, de la cocina.
-¿Sabés cocinar? ¿Te gusta?
-Me encanta cocinar, no sigo recetas, improviso. Vengo de una familia en la que la comida siempre fue importante, pero de verdad. En casa, mi mamá preparaba entrada, plato principal y postre, bien completo el tema. Éramos tres chicos, mis dos hermanos varones y yo, más mi papá, y cuando ella llegaba de trabajar, abría la heladera y armaba todo el menú. Ahora, uno de mis hermanos también cocina muy bien. Lo bueno de trabajar junto a Calabrese es que estoy aprendiendo un montón.
-Ya que nombraste a tus hermanos, ¿cómo te llevás con ellos? ¿y con tus sobrinos?
-Súper bien. Soy la menor de dos varones, tengo seis sobrinos a los que adoro. De todas las edades, desde los seis hasta la adolescencia y me llevo bárbaro. En realidad, somos una familia muy unida, mis viejos están juntos desde hace más de 50 años.
-¿Cómo sigue el año en lo laboral?
-Expectante con el estreno de No dormirás y ya planeando otra película de terror dirigida por Hernán Moyano, que se rodará a mediados de año. Hernán es un director platense, uno de los que más sabe sobre este género, que en el país se está empezando a desarrollar ahora. Sigo con Cocineros… y con mis movidas solidarias.
-Sos muy activa en ese aspecto, ¿por qué?
-Es devolver un poquito lo mucho que me dio la vida. Ayudar a los demás me llena el corazón. Me parece que, especialmente si somos conocidos, tenemos que ayudar. Es salir de la locura de todos los días para compartir un rato, brindar una caricia, una sonrisa, no solo comida, ropa o libros, que por supuesto también son importantes. A veces nos parece que es poco, pero para quien lo necesita, es un montón.
-¿En qué acciones solidarias participás?
-Estoy siempre en contacto con Juan Carr y si me necesita, allí voy. También colaboro con la ONG Por Los Chicos, que mejora la calidad de vida de casi 3500 niños en situación de vulnerabilidad en Argentina, especialmente en la educación y la nutrición. Es muy lindo, porque además de ayudar a sostener comedores, desarrollan proyectos en los que el arte ocupa un lugar importante como factor de inclusión. También doy una mano en el hogar Pimpinela, donde viven casi 30 chicos en un hogar de verdad, con contención, educación, asistencia médica. Amo a los animales, así que me sumo a todas las movidas por la defensa y el cuidado de las mascotas.
-Hace unos años llevaste este amor solidario a un paso más arriba…
-Durante 2009 viajé por todo el país mostrando diferentes proyectos solidarios, desde educativos a ecológicos, de todo. Se llamó Rutas solidarias y fue una experiencia maravillosa, 13 capítulos que se emitieron por Canal Encuentro en 2010. Lo produje junto a Maldita Producciones y lo conduje.
-Esa mutación constante, ¿cómo te cae en esta etapa de tu vida?
-Estoy muy bien. Ya tengo 42 años y eso me ubica en un lugar muy lindo, equilibrado. Si estás bien por dentro, siento que todo fluye mejor por fuera, con ese equilibrio. En lo personal y lo laboral. Somos un todo, una unidad y trabajo cada día para lograr esa armonía.
-¿Qué hacés para lograrlo? ¿Te analizás?
-Hago todo lo que me ayude. Me analizo, voy al psicólogo, y hago terapias alternativas, voy probando con lo que me hace bien. Reiki, meditación, si me siento mejor, lo sumo a mi vida.
-¿Y el amor? ¿Qué lugar ocupa en este trabajo espiritual?
-Estoy muy tranquila. La madurez te va enseñando lo que querés de verdad para tu vida, lo que sí y lo que no. Cuando no esperás nada, si estás bien, las cosas aparecen solas, de modo natural. Pero esto me pasa no sólo con el amor, también con el trabajo, en todos los aspectos de la vida.
-Pero no contestaste, ¿estás enamorada?
-Algo hay, siempre algo hay.
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