Estoy feliz con la marca. Creo que hice un montón”, aclara en tono pausado Paula Selby Avellaneda. “Me propuse diferentes metas y las fui alcanzando. Siempre tuve curiosidad por saber cómo sería estar en un shopping y hoy tengo un pop up store en Patio Bullrich, quería tener mi propio local y acá estamos”, enumera la creadora de House of Matching Colours antes de contar que instalarse en la casona de Palermo (Cabello 3843, CABA) no sólo le permitió tener todas las líneas (novias, cuero, prêt à porter) en el mismo lugar sino también colgar en los percheros mayor variedad de prendas y de talles. “Pude unir todo y eso es bueno para el proyecto. Antes cada cosa estaba en un sitio diferente y las clientas tenían que concertar una cita, probarse el talle y esperar a que tuviéramos la prenda lista porque casi no teníamos stock. Ahora, en cambio, pasás, ves algo que te gusta y lo comprás”, cuenta.
-Habiendo atravesado la experiencia del pop up de Patio Bulllrich, ¿seguís teniendo ganas de tener un espacio en un shopping?
-Esta experiencia es una prueba piloto. No sé qué querré hacer después. Somos una marca pequeña e independiente. Quedarnos ahí es un esfuerzo enorme y una apuesta muy grande. Implicaría una gran inversión y tengo que ver si es posible.
-La marca creció mucho desde que volviste a Buenos Aires (N. de la R.: estudió en Bélgica y luego vivió en Londres). ¿Programás cada paso?
-Voy metiéndole energía a diferentes proyectos: este año hicimos BAFWEEK, abrimos el pop up store y estuve de gira con Tini en Madrid (hice todo el vestuario para esos shows). Creo que es un crecimiento rápido y me doy cuenta de que todo el tiempo estamos generando algo. Siempre digo: “Ahora vamos a estar tranquilos unos meses” y aparece algo que irrumpe. No hay manera organizada de desarrollar la marca, no tenemos un business plan, pero sí estamos creciendo en lo que nos divierte. Creo que tiene que ver con mi personalidad: para mí es una virtud poder adaptarme a lo que está pasando. Si algo me interesa, voy por ahí y este proyecto siempre fue así. Hice vestuario para músicos, luego ropa de cuero y más tarde prêt à porter. Siempre estamos sumando.
-Vestiste a músicos como Beyoncé, Tini, Peaches y The Nationals, ¿por qué crees que te eligen?
-Supongo que porque la ropa que hago se presta para el escenario que es un momento importante y de alto contenido emocional. Cuidamos mucho los detalles y las terminaciones. Algo similar ocurre cuando diseñamos un vestido de novia: sabemos que todo tiene que funcionar y queremos que todo siempre sea diferente.
«Es carísimo producir en Argentina. La materia prima no es de acá y eso es una traba. «
-¿Cuáles son tus mayores desafíos hoy?
-No sabría por cuál empezar. Algunos tienen que ver con problemas que me creo sola por sumarme cosas todo el tiempo. Ese es un desafío inmenso: cómo lograr que no se caiga nada. Es muy complejo todo y a veces siento que es mucho. Aparte de eso, es carísimo producir en Argentina. La materia prima no es de acá y eso es una traba. Esta temporada decidimos hacer todo acá adentro: montamos un taller y nos ayudó un montón. Cuando estudiaba (N. de la R.: en la Royal School of Arts de Amberes) tenía mi propio taller y después cuando empecé a tener mis primeros pedidos mayoristas venía a Buenos Aires y hacía todo en talleres. Volví a eso y es un placer. Estamos tanto en el detalle que está bueno poder seguir de cerca el proceso. Así resolvimos un problema de producción que no es fácil. Este es un momento para encontrar nuevos mercados: lo que hacemos es diseño y es bastante singular, lo que nos permite acentuar la venta al extranjero.
-¿Es este un buen momento para exportar?
-¡Sí! Que haya un solo dólar cambió todo. Sin eso era imposible. Fueron años difíciles. Eso es lo primero que habilita a que sea factible. Aparte como marca estamos más preparados, la colección es más fuerte, más grande y está mejor armada.
-Sos dieñadora y empresaria… ¿Qué rol te identifica más?
-No sé. Se mezclan mucho. Creo que tengo que aprender a encontrar el tiempo para investigar más. Eso es lo primero que uno abandona cuando no tiene tiempo. Me gusta indagar conceptos, delinear nueva moldería, tener tiempo para probar y equivocarme cuando creo. Cada vez que sumamos algo nuevo, ya sean los vestidos de novia o los diseños que hicimos para Tini, por ejemplo, incorporamos un lenguaje más a lo que ya veníamos haciendo.
-¿Qué proyectos tenés para el años que viene?
-Hoy estamos bárbaro. Tenemos un e-commerce que estamos empezando a trabajar, falta todavía pero está encaminado. Estamos creciendo bien en el área de novias y ropa a medida que es súper interesante y hoy es mi lugar de investigación: lo que sale increíble en un vestido a medida probablemente sea luego incorporado a la colección. Me gustaría que pudiéramos organizarnos más, estamos haciendo una línea de lujo, con mucho trabajo artesanal. Y a nivel personal formo parte de United Creators, un grupo de diseñadores que tenemos como meta armar proyectos juntos, unir cabezas y potenciar proyectos.
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