En Punta Piedras (Uruguay), justo donde se dividen las aguas del Río de la Plata y el Océano Atlántico, esta casa de casi 600 m2 logra el engranaje perfecto entre elementos industriales y naturales. Fue creada para una familia con hijos pequeños y su construcción de piedra, hormigón y madera es un homenaje al paisaje de la costa esteña. Si bien aprovecha la vista de todos los puntos cardinales, se la bautizó Sudeste.
24/02/2018
Deco
Placer desde cada rincón
Ubicada en una zona privilegiada de la ribera uruguaya esta casa de cemento, piedra y madera logra su objetivo: ofrecer una experiencia placentera en cada rincón.
- La casa está edificada en tres niveles. En el piso superior se encuentra esta galería con parrilla (permanece cerrada con una tapa cuando no está en uso, para mayor prolijidad), que se comunica con la cocina. Revestida por fuera con una combinación de cristal, piedra vista, hormigón y madera, mantiene un aire moderno sin perder calidez.
- En el piso, cuadrados de cemento color hueso con juntas de vidrio combinan con una pared de granito gris. Al fondo, frente a una moderna araña, una escalera volada.
- Un estante de cemento alisado aporta espacio para adornos en el living. En este caso, una original lámpara. Encima, un cuadro tripartito y moderno.
- Un vistazo de la cocina, de prolijidad casi industrial. En el centro de la misma, una isla con banquetas funciona tanto de mesada de trabajo como de comedor diario.
- El cuarto principal gana originalidad en el respaldo con un entramado de madera. Las líneas rectas continúan en una ventana longitudinal. Delante de la cama se rompe el esquema con una alfombra circular. Más allá, en el pasillo los guardarropas y detrás el comedor.
- Una nueva perspectiva de la práctica parrilla con tapa y el comedor puertas afuera. Más allá, el mar.
- La espléndida piscina está ubicada sobre una construcción de piedra y madera, emplazada mirando hacia la casa, el jardín y el mar. Su escalera enfrentada conduce directamente al sector de la parrilla. Por el costado, una galería lleva al hall de recepción.
Edición Nro: 668
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