La top Naomi Preizler abrió la pasada de Mila Kartei enfundada en un traje escocés de dos piezas, con ciertas reminiscencias de los uniformes escolares. Llevaba un papel en la mano. Se plantó en el medio de la pasarela -con el marco dorado típico de una fiesta de graduación, algunas flores y hasta unas guirnaldas en el piso- y leyó un discurso que mezclaba la emoción típica de quien termina un ciclo con la ilusión de quien pelea por sus valores.
Sus compañeras -sí, colegas modelos en realidad pero amigas en la ficción que crearon Guadalupe Teigeiro y Valentina Karnoubi- aplaudieron el cierre del discurso que comenzó diciendo: «Bienvenida Clase 2018. Esta es nuestra graduación y hoy nosotras ponemos las reglas…» Sin ser extremista y hasta con cierto tono naïf, el speech (con reminiscencias de filmes como Legally Blonde y Never been kissed) estuvo en sintonía con la batalla por la igualdad de derechos que hoy pelean millones de mujeres en todo el mundo.
La chicas -todas alegres, como la jóvenes que terminan el secundario o la universidad – caminaron por la pasarela con vestidos retro: minis con vuelo, midis con pinzas (un clásico de la dupla) y pantalones al tobillo. Hubo escoceses -tejidos y estampados-, muchas perlas (en accesorios principalmente, pero también aplicadas o bordadas en suéteres y vestidos) y una paleta que abundó en candy colors. Todo, con un inconfundible estilo college. Y, como siempre, con esa dosis de distinción y alegría que caracteriza a la marca.
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