Canto desde que tengo memoria y toco la guitarra desde que la puedo sostener”, suele repetir Benjamín Amadeo, dejando bien en claro que su “otra pasión” está lejos de ser una moda pasajera o una simple estrategia de marketing. Para pruebas, allí está Vida lejana, su disco debut que cosechó muy buenas críticas y que le valió el premio Gardel al Mejor Álbum Nuevo Artista Pop. Actor desde hace mucho, el ex Casi Ángeles, y ex pareja de Lali Espósito, se presentará el próximo sábado 14 de abril en el Teatro Ópera, junto a su banda y a varios invitados especiales. Entre ellos, Abel Pintos, a quien le ofreció sumarse a través de un divertido video donde lo imitaba a la perfección. Para los que no aún no se enteraron, Benjamín es realmente un eximio imitador, una suerte de Martín Bossi amateur que puede encarnar a la perfección a personajes como Diego Maradona, Lionel Messi o Fito Páez. “Es algo que no desarrollo demasiado, simplemente lo disfruto. Me han ofrecido incorporarme a programas como humorista o imitado, pero siento que eso ya no me saldría bien. No puedo emular a personas que no me salen de forma natural. Si tal día me dicen, “ahora hacé a Beto Casella” y no me resulta chau, no hay forma de que lo logre. Es un pasatiempo nomás, una manera de limpiar mi psicosis diaria…”, comenta y sonríe divertido.
-Este verano te subiste al escenario de Ciro y Los Persas, invitado por el propio Ciro, quien te definió como “un gran amigo”. ¿Cómo se dio eso?
-De manera totalmente impensada. E improvisada. Para mí fue un flash total, un gesto que agradezco enormemente.
-¿Creés que ayudó a barrer prejuicios hacia vos?
-Sí, totalmente. Y ojo que no despotrico contra los que tienen prejuicios conmigo. Los entiendo, yo también los tendría. Hay tantos artistas en el universo que cuando aparece alguien nuevo, enseguida ponemos barreras, es natural hacerlo. Si encima ese nuevo viene de la actuación, de tiras juveniles… Es comprensible. Mi única apuesta es a seguir haciendo lo que amo, siento que las canciones son las únicas que pueden disolver cualquier preconcepto o idea previa.
“A esta altura, ya no sé si la convivencia es un paso hacia adelante en una relación o un retroceso… Con Martina el sistema de casa separadas nos funciona perfecto, aprovechamos cada segundo juntos a full”
-¿Te interesa la masividad?
-Sí, claro. Yo hago música para que la escuche la mayor cantidad de gente posible. No tengo pruritos con eso. Pero sí tengo que estar siempre orgulloso de todo el proceso. ¿Cómo? Siendo honesto, tan simple como eso. En la época de Casi Ángeles me han ofrecido aprovechar la popularidad de la tira para ser parte de un “hit” pero siempre dije que no. Valoro la música y sentía la confianza necesaria como para hacerlo más adelante por mis propios medios.
-Venís tocando bastante y en muchos lados distintos. ¿Cómo se lleva tu novia Martina, que es abogada y no pertenece al medio, con esa vida de gira?
-Muy bien. Siempre voy a pensar que la calidad importa más que la cantidad y en este caso aplica mucho más aún. Nuestra calidad de tiempo juntos es muy buena, aprovechamos cada segundo a full.
-¿Conviven?
-No, y estamos barbaro así. A esta altura, ya no sé si la convivencia es un paso hacia adelante en una relación o un retroceso… (sonríe). Este sistema nos hace muy bien, genial a los dos. Ella también está muy metida con su profesión y buscamos eso, que cada encuentro sea único. Casi que no tiene contraindicaciones lo que hacemos…
-¿Y los celos? Vos tenés muchas seguidoras…
-La verdad es que nunca fue un asunto entre nosotros. Las chicas que me siguen son súper respetuosas… Y los chicos también. Fuera de broma, hoy en día es muy interesante lo que ciertos indicadores de Spotify o de Instagram te pueden enseñar. El público que me sigue en redes es 80 por ciento femenino, pero en la música esa cifra baja a 60 por ciento… Hay mucha gente que escucha mi música y no me sigue en redes.
-¿Qué hacés para desenchufarte? ¿Deporte?
-Esa es mi gran cuenta pendiente actual: retomar la vida deportiva que siempre tuve y que ahora por falta de tiempo y otros interes quedó relegada. Quiero retomar yoga, que me encanta, y sobre todo quiero surfear más. Acá o en Brasil. Las olas de nuestra costa me fascinan lo único malo es que soy terriblemente friolento.
-En redes se te has mostrado muy afín al movimiento feminista, ¿tenés posición tomada respecto del aborto?
-Estoy completamente a favor de su despenalización, tenemos que lograr bajar esos índices de mortalidad por abortos clandestinos de manera urgente. Es mentira que si se legaliza nos convertiremos en una sociedad abortista. Ninguna mujer toma esa decisión alegremente, es algo muy duro para cualquiera. Lo que no podemos en convertirla en delincuente por eso.
-Tu posición es contraria a la de tu padre (el diputado de Cambiemos, Eduardo Amadeo)…
-Sí. Pero en casa hemos sido criados siempre con total libertad. Y a priorizar más la conversación que el conflicto, casi a contramano de lo que se ve hoy en la sociedad. Lamentablemente, estamos acostumbrándonos a escuchar para responder, no para pensar. El famoso “¿qué dijiste?” para ver cómo te respondo, no para revisar lo que pienso. Por suerte, me siento bastante lejos de esa postura.
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