Con espíritu relajado pero atento a todo lo que pasaba a su alrededor, el diseñador se convirtió en guía improvisado mientras la combi con colaboradores, modelos y prensa especializada cruzaba la ciudad para ir desde el aeropuerto hasta la reserva Natural Cerro Alarken. «En ese barrio de allá vive mi tía», «esa era mi escuela» y «uh! El polideportivo, ahí nos encontrábamos siempre con mis amigos… Típico», comentó durante el recorrido lookeado con un tapado de piel amarilla, anteojos oscuros y botas con taco alto… Un estilo peculiar y siempre llamativo al que muchos identifican con su nombre: muy Artemis. Sabe perfectamente que es un referente entre los adolescentes. De hecho, dedica a sus fans buena parte de sus stories de Instagram, una suerte de diario audiovisual que actualiza minuto a minuto. Y aun así, lejos de todo divismo, espera a que sus acompañantes hagan el check in en el hotel Arakur Ushuaia Resort & Spa que será durante tres días una suerte de base de operaciones con modelos y estilistas circulando de acá para allá entre producciones y preparativos para el show. “Ushuaia para mí es un full circle, volver al punto de partida. Es donde me formé, donde inició mi carrera artística: todo partió de acá. Me gusta poder mostrar todo lo que fui incorporando”, cuenta el joven que saltó a la fama por vestir a celebrities a las que adora como Katy Perry, Britney Spears y Xuxa (las bucaneras y buena parte de su nueva colección hacen referencia a su ídola de la infancia).
“Ushuaia para mí es un full circle, volver al punto de partida. Es donde me formé, donde inició mi carrera artística: todo partió de acá. Me gusta poder mostrar todo lo que fui incorporando”
Aprovechando esta visita al fin del mundo, Artemis armó una producción con el fotógrafo Gastón Perello. “Es uno de mis favoritos y para las tomas elegimos un lugar ligado a la naturaleza. Quería que se vieran las montañas y el verde, todos esos paisajes tan lindos de Ushuaia”, exclamó. El shooting comenzó en una de las curvas del Río Olivia, a pocos kilómetros del centro de la ciudad, donde se filmaron las escenas finales de El renacido (el filme protagonizado por Leonardo Di Caprio) y siguió en RN3, que recorre la isla.
Finalmente, llegó el día del desfile. Unas 300 personas se reunieron para ver el show de Santiago Artemis, que fue nombrado ciudadano ilustre en la capital de su provincia. La ambientación a cargo de Mónica Duch sirvió como marco para vestidos extravagantes en tonos brillantes. “Esta colección está inspirada en lo que me gustaba cuando era chico: Xuxa, Sailor Moon, Cindy Lauper… Hay una complicidad muy obvia con los ’80”, adelantó el fueguino a horas del desfile. Minis con volumen tipo tutú, faldas largas y amplias de ruedo irregular, chaquetas con hombros angulosos y doble abotonadura, monos con cinturón (también para hombres) dieron la nota en la pasarela.
“Esta colección está inspirada en lo que me gustaba cuando era chico: Xuxa, Sailor Moon, Cindy Lauper… Hay una complicidad muy obvia con los ’80”
Los accesorios (cuidadosamente seleccionados por la estilista Carla Bugarin) reforzaron el espíritu ochentoso de la línea: moños grandes, aros llamativos y, por supuesto, bucaneras de todos los colores. Y, como no podía ser de otra manera, el excéntrico Artemis tenía preparadas algunas sorpresas. La primera, que su novio Luis Hilton caminó por la pasarela con un mono verde (según dijo el diseñador después, una de sus prendas predilectas de la temporada). La segunda, que una de sus clientas, Sofía Panizza también desfiló y llamó la atención por su talla. Con esto el creador quiso dejar claro que sus trajes son aptos para distintos tipos de cuerpo. La tercera, que su amiga Stephanie Demner lo acompañó el día del show y, como él, habló y se sacó fotos con todos sus seguidores.
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