Por Fernando Gomez Dossena | Con 32 años y tres hijos la actriz pasó por Buenos Aires por el estreno de la película Perdida (que protagoniza Luisana Lopilato) y nos contó sus secretos para ser una de las intérpretes españolas más lindas del momento.

Tiene rasgos sutiles, casi perfectos. Y lejos de mostrarse siempre como una Barbie se anima a cambiar el color de pelo, afearse y camuflarse -hasta volverse casi irreconocible- para interpretar sus personajes. Ganó popularidad en España con la tira Sin tetas no hay paraíso y luego de ese trabajo se consagró también en el mundo (gracias a Netflix) en series como Tiempos de guerra, Gran Hotel y Velvet. Pisó por primera vez Buenos Aires el año pasado para filmar la película Perdida. “Me llegó la propuesta y me entusiasmó mucho. Primero porque quería trabajar en otro país y luego porque me contaron que aquí era muy conocida por mis anteriores trabajos”, explica Amaia, quien agrega: “El tema de la película, aparte, es muy actual. Me interesó contar sobre el trato de personas, más hoy en día que se están destapando ollas en todos los países, acá por ejemplo, con el caso de los abusos a menores en el club de fútbol (N. de la R.: se refiere a Independiente)”. Salamanca asegura que algo la une con la protagonista de la película, Luisana Lopilato: son coétaneas y ambas dieron sus primeros pasos en una tira adolescente. “Nunca pensé que era una chica tan querida por todos. Fue un placer compartir el elenco con ella”, resume la “malvada” del filme.

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Amaia tiene 32 años y tres hijos: Olivia (4 años), Nacho (2) y Mateo (1) con el empresario español Rosauro Varo Rodríguez. “¿Cómo recuperé la figura? Por suerte tengo buena genética y como sano, aunque adoro los chocolates y no puede prescindir de los postres. Más que los kilos de más, y esto sólo lo sabemos las mujeres, el cuerpo y cómo una se percibe cambia muchísimo luego de tres embarazos tan seguidos. La verdad no me gusta nada el paso del tiempo”, detalla la actriz. De todas formas Amaia colabora mucho con la genética y en este momento está entrenando para hacer su primer triatlon. El desafío será en breve en Madrid -ciudad en la que vive- y deberá andar en bicicleta, correr y nadar. “El deporte me apasiona, desde muy chica siempre hice diferentes actividades, como artes marciales y baile. Me hace muy bien tanto al cuerpo como a la mente”, explica Salamanca. La actriz no se considera para nada coqueta y jura que sólo se lookea para eventos especiales como estrenos, ruedas de prensa y festivales. Para ese tipo de veladas elige siempre diseñadores españoles, como la firma Pronovias o Jorge Vázquez. “Acá en Buenos Aires me dejé asesorar y use todas marcas argentinas. Me gustó mucho la ropa de aquí”, dice y añade: “Tengo tres hijos, entonces me levanto muy temprano por la mañana. A esa hora no tengo ganas ni tiempo de pensar qué ponerme, por eso mi outfit habitual es un jean, una camisa o remera y zapatillas”. En materia de make up, también prefiere un look natural y descontracturado. “Lo único que uso es un bálsamo para labios con algo de brillo y un buen deliñeador. Con esos dos productos estoy perfecta para enfrentar cualquier situación”, revela.

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En su tiempo libre -que el año pasado fue escueto, ya que hizo una película, teatro y una serie- se dedica a ser mamá full time. “Muchos me consultan cómo hago para organizarme con tres hijos tan pequeños y siento que todas tenemos que esforzarnos por ser independientes. Las mujeres luchamos muchísimo por llegar a estos lugares que ahora ocupamos, entonces es un deber hacer el esfuerzo y estar orgullosas de lo que hacemos e hicimos”, señala. Salamanca confiesa que nunca sufrió una situación de acoso en su carrera. “Tengo un carácter muy fuerte y me impongo, quizá por eso nunca se me han acercado. De todas formas pienso que nos puede pasar a todas y es tremendo. Y, a pesar de la fortaleza o temperamento, nunca se sabe cómo una puede llegar a reaccionar”, culmina.