Los tatuajes delicados de línea fina son tendencia. Marianna DDKing es una de las tatuadoras argentinas que mejor domina la técnica. Hablamos con ella para conocer más acerca de qué tener en cuenta a la hora de buscar un tatuador, qué son los tatuajes veganos y cómo se conecta con la creatividad en cuarentena.
–¿Qué te llevó a convertirte en tatuadora?
-Soy tatuadora desde hace 11 años. Siempre me gustó tatuarme y coleccionar piezas de diferentes artistas, además todos los músicos o actores que admiraba tenían tatuajes. Al principio, ni se me ocurría pensarlo como un trabajo, tal vez porque hace diez años no era algo frecuente encontrar mujeres en la profesión.
Terminando la carrera de diseño gráfico y tras ver los flyers que había ilustrado para la banca de rock en la que yo tocaba, un tatuador me preguntó si alguna vez había considerado el tatuaje como una posibilidad. Después de hacer mi primer tatuaje, supe que ese iba a ser mi camino en adelante. La transición de diseñadora a tatuadora me resultó muy orgánica y natural, lo disfrutaba y empezaba a formar parte de esa cultura que tanto me atraía.
–¿Cómo desarrollaste tu gran talento?
-Definitivamente me ayudó conocer a otros tatuadores, intercambiar experiencias, compartir la metodología de trabajo. Viajar a convenciones, trabajar en otros estudios como invitada, exponer en muestras de arte. Toda experiencia con otros artistas enriquece tu visión, te lleva a experimentar con nuevos materiales, consultar nuevas gráficas, abordar proyectos con diferentes posturas. Creo que no hay que dejar nunca de investigar, preguntar, de cuestionarte tus propios procesos y de probar nuevas alternativas para tus diseños.
–Los tatuajes de líneas tan delicadas, ¿por qué son tendencia? ¿Qué tiene de diferente su técnica?
-Una de las cuestiones que siempre me interesó en el tatuaje es el paso del tiempo. Cómo evoluciona y se transforma la pieza en el cuerpo de las personas. Siempre los pigmentos de color son más delicados, deben cuidarse mucho más de su contacto con el sol y se aclaran más fácilmente que un pigmento negro.
Lo mismo pasa con las líneas: una vez que curan, tienden a modificar su grosor y eso debe siempre tenerse en cuenta antes de realizar el tatuaje.Actualmente los materiales permiten hacer tatuajes más pequeños, las líneas pueden realizarse más finas y más delicadas, no tan oscuras. Incluso cicatrizan de forma más fluida. Es fundamental utilizar los materiales adecuados y trabajar con precisión.
No se puede volver a pasar sobre una línea ya hecha en un tatuaje súper fino, cada error queda en evidencia. Creo que los tatuajes no necesitan retoque. Si son hechos pensados a futuro, pueden permanecer en el cuerpo viviendo un proceso natural de envejecimiento junto con la persona que los lleva.
–Sos vegana, ¿eso influye a la hora de trabajar? ¿Seleccionás materiales distintos?
-Como vegana me importa ofrecer una opción alternativa en el tatuaje, una opción cruelty free y sin productos de origen animal. Los pigmentos que utilizo, tanto de color o negro, el stencil, el producto con el que se pega, son veganos y no utilizo vaselina durante el tattoo sino Butter Tattoo, de origen vegetal. También informo a mis clientes ayudándolos a encontrar productos alternativos. El cuidado posterior del tatuaje también puede hacerse con jabones y cremas veganas.
A la vez, pienso que es fundamental tener en cuenta los desperdicios que se generan: el tatuaje es una industria que usa mucho plástico, materiales de un solo uso como guantes, afeitadoras, film plástico, los receptáculos de las tintas. Es necesario el descarte y el tratamiento adecuado de los residuos que son catalogados como patogénicos (por estar en contacto con sangre) pero por suerte actualmente hay marcas que trabajan con bolsas y guantes compostables, máquinas de afeitar con base de cartón reciclado y más.
–Por tu parte, hiciste tapabocas reutilizables a beneficio del refugio El Paraíso de los Animales. ¿Qué te conecta con este santuario en particular?
-La pandemia nos permitió hacer una pausa y repensar en nuestros hábitos cotidianos. Desde el lavado de manos hasta el espacio en el que vivimos y los seres con los que compartimos el planeta. Quise encontrar una forma de ayudar a los animales, que también atraviesan necesidades en esta cuarentena.
El refugio El paraíso de los animales es una fundación sin fines de lucro ubicada en General Rodríguez. Llevan 30 años cuidando animales rescatados de situaciones de maltrato y explotación. Hoy son casi 900 animales los que están a su cargo. Fue el primer refugio Interespecie en Argentina y hace tiempo trabajan para crear un hospital veterinario para los animales del refugio y sus alrededores.
El santuario afronta sus gastos exclusivamente con donaciones, apadrinamientos y ventas de productos en su tienda online. Yo ya había realizado –junto con el estudio Iris Tattoo– una jornada de tatuajes a beneficio de la organización, en la que el 100% de la recaudación del día fue para el santuario.
Considero admirable el esfuerzo, amor y dedicación que tienen Gabriela Bezeric y Armando Scoppa, los fundadores de El Paraíso y quería encontrar una nueva forma de apoyarlos, aún no pudiendo tatuar en la Argentina. Por eso pensé en recaudar fondos a través de la venta de un producto que hoy en día es de primera necesidad y que a la vez sea reutilizable. Preparé un diseño para estampar, se realizó la producción y se donaron 200 barbijos al santuario para que puedan venderlos en su tienda online quedándose con el 100% de la ganancia.
–¿Sentís que estar en cuarentena modificó algo de tu proceso creativo?
-Trabajo mitad en la Plata, mitad en Capital y la cuarentena me dio la oportunidad de descansar y pensar a conciencia sobre cambios que me gustaría hacer en mi estética y en mi práctica. Estuve estudiando más sobre gráficas ornamentales y sus fundamentos en los tatuajes tribales tradicionales. Estuve preparando nuevos diseños, piezas de propuestas a mayor escala.
–¿Qué tatuajes te piden más en este momento?
-Las personas que se acercan al tatuaje por primera vez buscan imágenes con mucho valor significativo, mientras que la gente que se tatúa desde hace tiempo, siente el tatuaje como una colección activa en su cuerpo.
Ahora son muy populares los tatuajes de frases o nombres significativos, los tatuajes de actividades que conectan con una pasión o afición. Mucha gente se reencontró con su yo creativo durante las primeras semanas de cuarentena. Se tatúan elementos de cocina, de dibujo, así como elementos que les recuerdan a sus personas queridas. Retratos sintéticos de familiares también.
Por otro lado, muchos buscan decorar su cuerpo sin carga significativa específica y en esos casos las flores siempre son la primera opción porque se acomodan de forma orgánica y estética a cualquier parte del cuerpo.También tatuajes ornamentales y geométricos son un éxito.
–¿Qué tendencias están redefiniendo el rumbo del tatuaje?
-En los últimos cinco años el tatuaje se convirtió es un espacio mucho más flexible a nivel gráfico, las imágenes y las temáticas ya no están regidas por los estilos tradicionales. Se puede encontrar muchísimos más tatuajes en estilos libres, de características abstractas, o con una impronta muy particular del tatuador.
El avance de los materiales permitió empujar los límites de lo que puede lograrse y así encontramos líneas más finas de los que hablábamos. Hay tatuajes más pequeños, colores más vibrantes, colores pastel o con saturación no tradicional. Hay también piezas de cuerpo completo abstractas u ornamentales que decoran orgánicamente sin necesidad de tener un significado o un valor figurativo. Como ejemplo de esto podemos hablar del blackwork, dotwork, ornamental, geométrico, fineline, micro realismo, entre otros.
–Por último, ¿qué le dirías a alguien que quiere empezar a tatuar?
-El tatuaje es un oficio, lo que significa que la práctica es la forma de adquirir destreza. No obstante hay cosas a considerar previamente: tener una noción de arte, dibujo o diseño es fundamental, interiorizarse en la experiencia de tatuarse es otro imperativo y por último, ser consciente de que el lienzo es un cuerpo vivo y de que tu arte, es permanente.
Por eso, hay que acercarse de forma profesional y con todos los cuidados requeridos. Como todo medio, requiere un aprendizaje particular con los materiales específicos, si sos bueno pintando al óleo no significa que instantáneamente seas bueno tatuando, creo que mi mejor consejo para alguien que se acerca a la profesión es decirles: paciencia, constancia, amor y respeto por nuestra profesión. El tatuaje es un camino en el que nunca se deja de aprender.
Ahora te preguntamos a vos, ¿ya sabés cuál va a ser tu próximo tatuaje?
Está claro que incluso a día de hoy sigue siendo más tendencia, al menos aquí en España cada vez veo a más gente tatuada así.
¡Es una pasada!
Excelente trabajo, definitivamente es una obra de arte pero corporal. ¡Qué divertido!