Tatoos y arrepentimientos, dos palabras que a veces van de la mano. Los motivos son variados, pueden ir desde un mal diseño, cambio de gustos (equipos, bandas de rock), hasta el nombre de una persona que terminó en desamor. Conclusión: Los tatuajes NO son eternos.
Existen algunos tratamientos y tecnologías que permiten borrarlos de manera indolora, rápida y efectiva:
PicoWay : El modo de acción de este láser se basa en la administración al tejido de pulsos de energía ultracortos que crean un efecto fotomecánico que hace estallar la tinta y la pigmentación en partículas más pequeñas. Permite extraer tinta roja, azul y verde, colores que antes apenas reaccionaban al procedimiento anterior. Además, se pueden eliminar tatuajes recalcitrantes (es decir, que ya han sido tratados con sesiones de láser) y lesiones pigmentadas benignas.
Pico Plus: Al tener cuatro longitudes de onda, la alternativa Picolaser permite remover cualquier tatuaje sin importar el lugar donde se ubica, el tamaño y su tono. Algo que presentaba dificultades con la tecnología anterior, de nanosegundos.
Otra de las ventajas de la tecnología de picosegundos es que permite dejar atrás antiguos métodos menos efectivos y de efecto dañino sobre la piel como el ácido, las escisiones o la dermoabrasión.
En cuanto a la duración, suele llevar de 4 a 6 sesiones y el espacio entre ellas lo determina el proceso biológico, pero no debe ser menor a 30 días. Aunque hay que tener en cuenta el tipo de pigmentación utilizada en el dibujo, la zona en la que está ubicado, la profundidad y el tamaño.
Finalmente, otra de las opciones para evitar arrepentimientos es la precaución. «Recomiendo que no vengan a tatuarse siendo muy jóvenes», opinó Mariano Antonio, dueño de American Tattoo.
¿A donde van los pigmentos?
Muy buen post aunque considero que todavía no hay una tecnología laser que borre al 100% un tatuaje ya que todos dejan algún rastro.